EL JUICIO

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Yuri no iba para nada desencaminada en su predicción, efectivamente, fue detenida. La detuvieron por causar estragos en la ciudad cuando intentaba matar al Titán hembra, pero la realidad era que la habían detenido por temor, de la misma forma que el rumor de que seguía viva había llegado a los oídos del jefe de la policía militar, también había llegado el rumor de que no era humana. 

La detuvieron justo después de llevarse a Annie, se la llevaron ante la mirada de sus compañeros, ella les correspondió con una cálida sonrisa. No quería preocuparles, pero en el fondo tenía miedo de quedarse en silencio. Nunca le hizo gracia aquello, fue un gran problema, no le gustaba escuchar el silencio, le daba miedo. Por suerte no tuvo tiempo para eso, los soldados que custodiaban su puerta estaban tan aterrados, que les castañeteaban los dientes, durante toda la noche esa fue su única calma, un estúpido castañeteo de dientes. Eso, y la luna, un pequeño conjunto rejas, que tapaban una ventana, permitieron que unos pocos rayos azulados, que hicieron que la imaginación de Yuri saliera volando de aquel lugar. 

La mañana que pasó allí, fue torturada. Le cortaron sus muñecas intentado sacar su Kagune, pero fue inútil, Yuri se las arregló para conseguir conservarlo. Viendo que no obtenían resultados, le rompieron la mayoría de huesos y músculos. Después de torturarla le quitaron el uniforme, y le pusieron una camiseta blanca y un pantalón negro, que apenas le llegaba más allá de las rodillas. También le quitaron sus zapatos y la dejaron totalmente descalza. Unas horas más tarde sus heridas se curaron, pero algo se le había roto en la mirada. Y ahora se comportaba de una forma extraña, y un poco psicópata. Se lamia sus cicatrices y de vez en cuando se reía de estas.

La noche siguiente, mientras que los soldados devoraban unas patatas, Yuri decidió tomar parte en un tema muy importante, donde estaba su comida, y porque narices ellos si comían y ella no.

- Ey, vosotros – dijo haciendo sonidos con unas cadenas que le sujetaban las muñecas.

- ¿Qué quieres? – contesto uno de ellos

- ¿Y mi comida? – dijo

- Para ti no hay – giró su cabeza y volvió a devorar su patata.

- Lástima – dijo suspirando

Mientras que ella se lamentaba por no tener su comida, sus amigos estaban debatiendo que hacer con el marrón que tenían encima.

Estuvieron discutiendo en una pequeña habitación, con apenas 6 sillas y una gran mesa cuadrada. Todos estaban sentados excepto Hanji y Levi, que prefirieron quedarse apoyados en la pared. Nanaba y Mike habían aparecido después de a ver estado en el muro Sina durante mucho tiempo encargándose del papeleo, pero tras los recientes acontecimientos habían vuelto.

- Deberíamos sacarla – dijo Riko mientras cruzaba sus piernas.

- No podemos arriesgarnos – respondió Hanji - ¿No eras tú la que decías que era un monstruo?

- Estaba equivocada – miro muy fríamente a Hanji.

- O quizá no, quizá cuando vallamos a liberarla de la cárcel nos devora – dijo pausadamente

- O quizá es la misma que nunca ha intentado matarnos, y que nos ha protegido – contestó levantándose de la silla y mirando desafiante a Hanji.

- Las peleas de parejas en privado, por favor – dijo Levi apoyado en la pared.

- No sé de qué hablas – dijo Riko desviando la mirada.

Shingeki no kyojin, los ghouls al acecho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora