Nuestra guerra

994 108 5
                                    

Capítulo 16. Nuestra guerra.

Sean corría por la ciudad hacia la escuela con una sonrisa en sus labios.Pues Leo estaba entrando en esos momentos en la ciudad y quería avisar a su hija.

Entró gritando.

-     ¡Leo está aquí!

Diana y su madre bajaron las escaleras con rapidez. Minutos antes se encontraban en la biblioteca las dos muy aplicadas leyendo.

Después de haber pasado el examen, el curso se había terminado, la joven ahora aprovechaba el tiempo para hacer lo que más le gustaba, leer. Así apartaba la mente de situaciones horribles que le estubieran pasando a Leo. Si no tenía su mente ocupada, era capaz de imaginar cualquier cosa.

-   ¿Dónde está?-preguntó agitada.

-    Ahora viene, acaba de entrar en la ciudad.

Junto con Rumy fueron a esperar al joven a las afueras de la escuela.

La chica estaba nerviosa, había soñado ese momento todos los días. No sabía en que estado se iba a encontrar a Leo, pero lo primero que deseaba era poder abrazarlo.

-    Ahí está.-dijo Alexandra mientras lo señalaba a lo lejos.

Leo mostró una sonrisa al ver a la joven esperándolo. 

Al fin llegó a la puerta de la escuela, bajó de su caballo y lo primero que hizo fue abrazar a Diana con toda su fuerza.

-    No sabes lo que te he echado de menos.-susurró a su oído.

Diana sonrió. Sentía como se le llenaban los ojos de lágrimas.

-   Te he estado pensando todos los días.

Leo se dirigió a Sean.

-   No tengo una respuesta directa de Mike, pero lucharan.-dijo convencido.

-    Los gigantes también lucharan.

Ambos sonrieron, sus misiones habían salido bien, Mejor de lo que ellos esperaban.

Entraron en la escuela, ahora se encontraba más vacía, el curso había terminado y los alumnos se encontraban con sus familias. Algunos jovenes se haabían quedado allí, unos no tenían familias, o otros simplemente así lo preferían.

Diana y Leo se dirigieron al salón para estar a solas.

Los dos no podían parar de abrazarse, acariciarse y besarse. Leo podía sentir las manos de Diana en su pelo bajando por el cuello mientras que Diana podía sentir los labios de él recorrer sus mejilas y cuello.

-    Para, para.-dijo con un susurro la joven.

Leo respiró hondo con una sonrisa.

-    No puedo parar, ahora que te tengo cerca no quiero detenerme.

Se miraron a los ojos y volvieron a juntar sus labios en un beso apasionado.

Fue un día tranquilo, nada de sorpresas inesperadas. 

Al día siguiente a Sean y a Leo se les invocó en otra reunión. Se dirigieron allí lo antes posibble, cuando llegaron entraron a la misma sala que semanas antes. 

Se encontraban en ella el capítan Veltrán y el capítn Fedric. Una vez entró el rey quiso saber de inmediato el resultado de las misiones.

-    Fueron cabezotas pero aceptaron luchar a nuestro  lado.-dijo Fedric.

-    En nuestro caso obtuvimos una negativa, algo les hizo cambiar de oponión. Pero eso solo lo sabe Leo.-dijo  el capítan Veltrán mientras miraba inseguro al joven.

CORAZÓN DE FUEGO IIOnde as histórias ganham vida. Descobre agora