Gigantes

1.1K 105 4
                                    

Capítulo 14. Gigantes.

-     Tenemos que dirigirnos por este camino.-dijo Fredic señalando el mapa.

-     Este camino no sube hacia las montañas.-le discutió Sean.

Los dos discutían sobre como llegar hacia el reino de los gigantes. Mientras los guerreros los miraban como si vieran una competición de haber quien tiene razón.

-    Si usamos ese camino, daríamos un gran rodeo, este viaje llevaría más tiempo de lo que tiene que ser. En cambio si usamos este subimos montaña arriba y en este paso encontararíamos el reino.-Sean señalaba el mapa.

Fedric no muy convencido asintió con la cabeza.

Subieron otra vez a los caballos una vez descansado. Y retomaron el viaje montaña arriba.

Se les hacía cada vez más dificil para los caballos y eso les retrasaba.

-    Tenemos que dejar atrás los caballos, les e casi imposible subir las cuestas.-comentó el capítan.

-     Estoy de acuerdo contigo. Nos retrasamos.-comentó Sean mientras bajaba del caballo.

Todos dejaron sus caballlos atrás y empezaron a subir a pie. 

Sean mantenía su mente ahora alejado de allí, solo podía pensar en Alexandra y en su hija. Las echaba mucho de menos. Anelaba la sonrisa de su esposa, sus ojos dulces. Deseaba terminar con todo aquello para volver a su lado cuanto antes. 

-    No os quedeis atrás.-gritó Sean mientras intentaba alejar sus pensamientos.

Los guerreros murmuraron hacia sus adentros, pero no desobedecieron, caminaron más deprisa hasta llegar a su altura.

De pronto oyeron un siseo entre los árbustos. El capitán se detuvo, todos lo imitaron y se detuvieron. 

Unos hombre con piel oscura salieron a su paso amenazándolos con lanzas puntiagudas. Levaban poca ropa, simplemente llevaban cubierta la parte de abajo y hablaban en un lenguaje extraño.

-    Son indígenas. Bajad las armas.-ordenó Sean con un grito.

-     No podemos! Nos están apuntando.-replicó Fedric con otro grito. 

Los guerreros miraban a ambos sin saber muy bien que hacer. Solo les bastó una mirada de Sean para bajar las armas. 

-     No queremos haceros daño.

Los índigenas hablanban entre ellos, pero aún viendo que habían bajado las armas, ellos seguían apuntándolos con sus lanzas.

Uno de ellos sacó unas cuerdas y con gestos ordenó que los ataran.

Al ver que el capitan se resistía le amenazaron poniéndole un cuchillo en el cuello.

-     Capitán por favor!! Hazles caso a lo que te digan.

El capitán al fin se dejó vencer y los índigenas pudieron atarlo. 

Se desviaron del camino previsto y los llevaron a su poblado. No era muy grande, consistía en no más de 15 cabañas, se cruzaron con mujeres y niños que los miraban con rostros asustados.

Los llevaron dentro de una cabaña y los dejaron a solas.

-    ¿Ahora qué?-preguntó el capitán.

Sean se mantuvo callado pensativo. Esto no estaba planeado, ni tan siquiera sabía que por esa zona hubieran índigenas.  Esperaba que no comieran carne humana, porque entonces estarían acabados.

-     Esperaremos a que anochezca.-decidió al fin.

Nadie abrió la boca para replicar, les pareció buena idea. Cuando anocheciera los índigenas se irían a dormir, y ellos intentarían escapar.

CORAZÓN DE FUEGO IIWhere stories live. Discover now