Soy un idiota © [NC #2]

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LUCIA

Todos nos hacemos preguntas que, en la noche, no nos dejan dormir. Queremos respuestas a aquellas preguntas, pero no todos tenemos el valor de soportar las respuestas. Yo tuve el valor de leer las respuestas a aquellas preguntas que me hacía.

Pero, a la larga, esas respuestas me fueron haciendo daño, tanto emocional como físico. Mientras leía los escritos del señor, Max, me fui adentrando en su historia. Fue como vivir en carne propia sus sentimientos y sus emociones, sus experiencias y sus amores.

Tal vez eso mismo sintió el, al leer los escritos de mi abuela Skylar y creo, que para el no debió haber sido una gran experiencia. Debió ser muy traumático saber por lo que pasó aquella chica.

Día después de leer los escritos de Max, subí a mi auto junto con mi esposo. Aún había algo por hacer.

Ya subidos en el automóvil, nos dirigimos a la funeraria municipal.

En el trayecto ninguno dijo nada, es qué, no había nada que decir.

Cuando ya llegamos a aquel sombrío y deprimente lugar, nos quedamos parados frente a la lápida de mí abuela.

Inmediatamente las ganas de llorar no se hicieron del rogar. Cerré los ojos con fuerza, en un intento por reprimir las lágrimas que ya se empezaban a amontonar.

Me agacho despacio, y dejo sobre la tierra húmeda, ambas libretas.

Misión cumplida, par de tórtolos

¿Que estará pensando mi abuela en este momento?

¿Por fin se habrán encontrado esos dos?

Miro el cielo, como si este tuviera las respuestas a mis preguntas. Y sonreí.

Sonreí por el simple hecho se qué, algún día, mis preguntas serían contestadas por los protagonistas de esta historia.

Por que esto no trata de mi, ni de lo que piense yo sobre el pasado de esos dos. Trata de como dos adolescentes, sin saberlo, eran infelices por el simple hecho de que no dejaban salir toda esa ira y amor comprimidos.

Son cosas que pasan muy a menudo, pero no todos, o posiblemente ninguno, sabe como lidiar con eso.

Pero gracias al cielo, por fin. Todo se había terminado, o eso pensé...

FIN