¿Te digo algo? En verdad tu voz era graciosa y , tu voz asemejaba a la de una campesina.

No pude evitar reír cuando te escuché hablar. Nadie puedo hacerlo.

Ni siquiera la maestra, quién, por cuestiones de ética, no debió haberse reído.

Soy un idiota © [NC #2]Kde žijí příběhy. Začni objevovat