Aún no puedo olvidar el día en el que te vi consolando a la chica que te presenté, el día en el que me diste a leer tu poema.

Ustedes no se conocían bien, pero eso no te detuvo.

Estuviste ahí para ella. Estuviste secando sus lágrimas y dándole ánimos para que se sintiera mejor y dejara de llorar.

Mientras que yo observé de lejos.

Soy un idiota © [NC #2]Where stories live. Discover now