23. ¿Qué demonios me está pasando?

En başından başla
                                    

¿Y ahora qué hacía?

Un momento, ¿por qué tantos nervios?

Asentí, aunque una parte de mí estaba un poco temerosa.

Entonces, salimos dando algunos empujones, hacia la entrada del establecimiento.

Le oí soltar el aire.

Yo estaba unos pocos centímetros por delante de él, por lo que me volteé para verlo.

Y entonces sólo estallé.

– ¡¿QUÉ DEMONIOS FUE ESO; CLEVELAND?! ¡¿ESTÁS JODIDAMENTE LOCO?! –grité, ahora me encontraba algo cabreada, pero no era de sorprender. – ¿Por qué lo hiciste, eh? ¿Es unas de tus jugaditas de rompecorazones? Porque no fue muy sutil, esos jueguitos conmigo no sirven, y...

– ¿Jugaditas de rompecorazones? ¿Jueguitos? –preguntó incrédulo, negando con la cabeza. –Joder, Isabel, ¡lo hice porque realmente me gustas!

Sus palabras me habían dejado helada por unos segundos, pero eso no me impidió continuar.

–Yo no seré una de tus distracciones del momento, Cleveland, ¿es que acaso se te fundió la única neurona que te quedaba? ¡¿QUIERES QUEDAR SIN PELOTAS?!

–Tú jamás has sido, ni serás una distracción del momento, Isabel. –afirmó, con seguridad.

–Pude haberte roto un hueso, o haberte partido la cara, ahí mismo. –avisé.

–Sin embargo no lo hiciste.

–Sin embargo no lo hice... –murmuré.

Tenía razón, no lo había agredido, ni insultado, ni siquiera le había formado un escándalo como era usual en mí.

Hasta le había correspondido en los primeros 3 segundos.

– ¿Te gustó? –soltó de repente, haciendo que mi vista viajara rápidamente hacia él.

¿Me gustó?

¿Me había gustado?

¿Había disfrutado el momento?

¿Había disfrutado besarlo?

–Yo... –demonios, ni siquiera yo misma lo sabía.

¿Lo volvería a hacer?

Sus ojos parecieron brillar por unos segundos, y vi que su mirada se volvió más profunda, haciendo que sus ojos se vieran aún más verdes.

– ¿Te gustó? –repitió, con voz más exigente.

Mi último pensamiento quedó vagando en mi mente, y mi vista viajo a sus labios.

Jamás había detallado lo delicado y suaves que lucían.

O tal vez, jamás me había querido admitirlo.

Entonces, sin darle más vueltas al asunto, me acerqué en tiempo record y atrapé sus labios con los míos.

Ni siquiera yo sabía qué me estaba pasando, ni por qué lo estaba haciendo.

¡Yo y mi naturaleza jodidamente impulsiva!

Al principio, pareció sorprenderse, pero a los pocos segundos, ya se encontraba correspondiendo el beso.

Esta vez, no fue un beso tan delicado y suave como el otro, fue más... intenso.

Y se podría decir que la falta de inocencia no era por culpa de Zack.

Me separé luego de unos pocos segundos, al igual que la primera vez, permaneció con los ojos cerrados unos segundos, una vez los hubo abierto y vi que sus ojos brillaban a pesar de que era de noche.

Insoportable [Sin editar]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin