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- ¿Th-thomas? -quiso acercarse nuevamente para quitarle la botella, pero un fuerte estruendo lo alejó-

- ¡NO TE ACERQUES! -La botella había sido rota y ahora Tom amenazaba a Tord con ella-

Tom se encontraba forzejeando con el huésped, en el suelo, el comunista intentaba zafarse, pero le era imposible.

- ¡¿Que sucede aquí?! -Edd salía de su habitación alterado, acercándose con rapidez y lanzándose sobre Tom- ¡¿Que es lo que te sucede?!

- Y-yo... -Balbuceaba el oji-negro, ahora solo jadeante y con gruesas lagrimas en los ojos- N-no puedo... ¡Contr-trolarlo!

Comenzó a golpearse con debilidad en las costillas, Edd tomó sus manos para detenerlo, y las puso en sus mejillas.

- Detente... por favor...

Tord estaba estupefacto, quería ayudar, pero no podía.

- ¿Pasa algo, chicos? -Matt salió de la habitación de Edd con una sonrisa, pero al ver la escena tan solo se volvió y entro nuevamente- Ah...

- T-tord, trae café, por favor. -Llamó Edd a el noruego, quien se paró casi inmediatamente hacia la cocina- Hay un poco en las estanterías de la derecha.

Él solo hacía caso, mientras tanto, el de chamarra verde aún intentaba calmar por completo a su amigo, ahora estaban sentados en el sofá, Tom balbuceando y sollozando en el hombro de Edd.

El huésped ya tenía el Café listo, se lo entregó a Edd un poco nervioso y se quedó parado frente a él.

Luego de unos segundos de total incomodidad el de chamarra verde le hizo una mueca para que se sentara a su lado.

Y no cabe mencionar que aún intentaba calmar un poco al ingles, este estaba aferrado a su espalda, mojando su hombro.

- Tom, ¡Tom! -Gritó con voz baja- Ten, tienes que beber.

El nombrado se separó con lentitud, intentando no hacer contacto visual con Tord, bebió con dificultad el líquido que le otorgaba Edd.

- Tom. -llamó el de chamarra verde- Disculpate, ahora.

Dijo esta vez sin muestra de afecto en su tono, no estaba siendo "bueno" como de costumbre, esta vez sonaba serio.

- Lo... lo siento. -No lo miró a los ojos, su cabeza yacía baja, y su voz grave-

- N-no hay problema. -Las mejillas de Tord se tornaron rosadas, tenía miedo de como estaban actuando todos-

- Voy a ver a Matt, sigue tomando el café. Tú -miró al comunista-, vigilalo. Que no le eche alcohol o algo. Créeme, si es capaz.

Se quitó a Tom de encima de sus piernas y entró nuevamente a su habitación.

El de chamarra azul no dirigió palabra, tomó su café con desgana, mirando a el otro entre ojos, estaba nervioso, pero intentaba no demostrarlo.

- P-perdón. -Dijo de repente Tord- No creí que... ha una persona tan fuerte como tú fuera a... afectarle tanto esto. No pensé que llegaría a este punto, te ves--

- Lo sé -interrumpió Tom-, gordo, adicto y sucio, sin mencionar estas horribles ojeras. Lo sé, lo sé. Me veo del asco. -Dijo con un tono amargo, casi gruñendo-

- N-no, quería decir que te ves... increíble. -Pensó lo que acababa de decir- ¡E-espera! ¡No! No qui-quise decir eso, es solo que... estás diferente.

Tom había tomado la oportunidad de aquel enredo para, efectivamente, incluir algo de licor a su café, el noruego no se dio cuenta.

- ¿Di...ferente? -Se dio tiempo de escuchar lo que decía, después de todo, eso había querido saber hace meses.

- Bueno, creo que más que diferente, ahora pienso de otra manera sobre ti. ¡E-es algo extraño!

El de chamarra azul no pudo evitar sonrojarse hasta las orejas, aunque no se notó a causa de la borrachera.

- Vaya que cambiaste, ¿Eh? -bebió un sorbo, giró su cabeza para que el noruego no lo mirara-

Esto era confuso, bueno, la actitud de ambos chicos era confusa.

Aunque para una persona era totalmente clara.

Edd.



ᴠᵘᵉˡᵛᵉ ᵃ ᵐⁱˢ ᵇʳᵃᶻᵒˢ // ᵗᵒᵐᵗᵒʳᵈWhere stories live. Discover now