ᴠᵘᵉˡᵛᵉ ᵃ ᵐⁱˢ ᵇʳᵃᶻᵒˢ // ᵗᵒᵐᵗᵒʳᵈ

[1]

Al parecer todo había sido una mala pasada, una simple ilusión.

Ahora Tom tenía un psicólogo y, sinceramente, lo odiaba.

- ¿Y como fue la relación entre tú y ese tal... Tord?

- No pienso responderle esa pregunta.

Jamás respondía a nada, todo era demasiado personal como para contárselo a cualquiera, o eso pensaba Tom.

También le molestaba que trataran de "Tal" a el de chamarra roja, le enojaba bastante.

- ¡¿Por qué contrataron a este estúpido?! -Regañaba a sus amigos- ¡No hace más que gastar mi tiempo!

- L-lo necesitas, Tom.

- Es bueno para ti.

El comportamiento de Edd y Matt le disgustaba.

- ¡No necesito que un bueno para nada sepa mis cosas personales, más les vale despedirlo! -Se retiró del lugar para ir a encerrarse a su cuarto, y tirarse a la cama-

Ahora bebía más de lo normal, no pasaba sobrio por menos de doce horas, cosa que le preocupaba a Edd.

- Creo que es hora de que dejes el licor... -Le dijo un día mientras Tom yacía en el sofá emborrachandose-

- ¡¿Que?! ¡Ni loco! -Volvió  a tomar otro gran sorbo-

- Tord no va a volver ni aunque te tomes todo el alcohol que exista.

Los ojos del ojinegro se humedecieron ante estas palabras.

- ¡¿Quien dijo que estaba así por ese?!

Edd se entristeció por su amigo.

- Mejor iré con Matt al cine, nos vemos en unas horas.

Se retiró de la habitación, dejando a el ingles solitario.

Luego de varias botellas más de licor, se tambaleó hasta la mesa y tomó un papel y un lápiz, con una estupida idea en mente:

Escribir una carta.

[...]

Ya habían pasado unas semanas desde este acontecimiento, y Tom se encontraba durmiendo alumbrado por la luz de la luna entrando por su ventana.

Pero en medio de la noche escuchó un crujido en la habitación de al lado.

Abrió los ojos con pereza y se levantó para ir a inspeccionar.

Empujó la puerta con cautela, dejándolo atónito con la escena.

- ¿Tom?

Tord se hallaba recostado en la cama, con una mirada dudosa y la piel brillante.

- To-tord... eres t--

- Tom, ¿Te encuentras bien?

Su vista pareció decaer, frente suya no estaba él.

- ¿Estas escuchandome?

Matt y Edd se encontraban acostados en la misma cama, el narcisista durmiendo pesadamente y el otro frotandose uno de sus ojos soñoliento, dirijiendole palabras al ojinegro.

- Tom.

El nombrado salió del pequeño trance en el que se encontraba y sacudió sus manos.

- Lo-lo siento, crei haber escuchado algo en esta habitación y yo...

- Creíste que era Tord, lo sé.

- Mejor voy a dormir un rato más, buenas noches Edd.

- Igualmente.

Se retiró con la sangre helada, ya no podía soportarlo.

Ya llegando a su cama, tomo un sorbo de alcohol y se plantó a dormir.

Otra vez, pesadillas, otra vez, relacionadas con el noruego, otra vez... lagrimas...

[...]

Despertó exaltado y sudoroso, lo primero que hizo fue suspirar he ir a tomar una toalla.

Luego de una larga ducha helada se dirigió hasta la salida, yendo así al buzón.

Una carta.

¿Por qué había una carta?

¿De Eduardo, tal vez?

No, eso era muy poco posible, entonces... ¿Quien?

La tomó con duda y la llevó dentro, donde se la mostró a sus amigos.

- ¿Alguno de ustedes a pedido algo o escrito a alguien? -Preguntó algo confundido el de chamarra azul-

Los otros negaron de igual manera.

Tom se la pasó a Edd para que este pudiera abrirla, y ya al haberlo echo, una cara de sorpresa se formulo en su rostro.

- E-eh... ¿Tom?

- Si, ¿De quien es?

El de chamarra verde le tendió la carta con la mano temblorosa, Tom la leyó:

---------------------------------------------------

Querido Tom.

Recibí tu carta, con gusto podemos volver a vernos, si así apeteces.

Estoy un poco confundido por el hecho de que no estés enojado, pero creo que así podremos ser amigos.

He cambiado, lo juro, y espero demostraroslo a ti, Edd y Matt.

También los he extrañado y va a ser un gusto quedarme en su casa.

Nos vemos en cuatro días.

- Siempre tuyo, Tord♡

------------------------------------------------------------

Los ojos del ingles se abrieron como platos y una gota de sudor cayó por un costado de su rostro.

Nos vemos luego.