CAPÍTULO ESPECIAL- Desde los ojos del monstruo

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En realidad esto tenía que ser el prólogo, pero se me olvidó publicarlo xD Pero bueno, como capítulo especial esta bien y queda bien aquí, así que se va a quedar de esta forma xD 

Espero que os guste y ojalá este nuevo proyecto reciba mucho apoyo <3

Sus ojos acuosos se cerraban por el efecto deslumbrante del fuego y por la irritación de las cenizas mientras recorría la casa de madera a pasos agigantados pateando las brasas ardientes y los escombros buscando a alguien, al menos a uno a quien salvar.

Los gritos agónicos suplicando por sus vidas se entremezclaban en su cabeza y le hacían dejar de sentir el dolor de su brazo roto o de su pierna quemada, sustituyéndolo con el ardor de ver a su familia entera morir abrasada entre las llamas del propio hogar.

Sus pies de botas de piel ya churrascadas resbalaron con un charco en el suelo, pensando que era vino Ludolf lo ignoró hasta que al posar su pie de nuevo algo blando se hundió bajo la suela y vio entre las llamas una manita pequeña y fina, retorcida y negra, carcomida por las llamas y llena de sangre que resbalaba por el suelo desde debajo de la biga que ocultaba pesadamente el resto del cuerpo.

- ¡Till!- chilló con su poderosa voz masculina y viril, que a causa del fuego y el pesar se tornó aguda y desigual mientras sus musculosos brazos levantaba la madera ardiente que le quemó las manos dejando un rojo latente en lugar de su piel nívea.- ¡Till! ¡Till!- chilló un par de veces más entre toses mientras veía borroso el cadáver al descubierto de su hermanito de apenas cinco años bajo la viga de madera que había levantado con la esperanza de salvarlo.

Sin pensarlo dos veces y sin avergonzarse por llorar a mares, tomó del suelo los restos malolientes, aplastados y quemados de su pequeño hermano con la esperanza de que quizás, y solo quizás, aún no fuese demasiado tarde, pero el pequeño cuerpo apenas se sostenía en una sola pieza y, en sus brazos, se fue desmenuzando como una cerilla.

Sus sollozos hacían que su pecho vibrase con angustia, pero los gases de la combustión llenaba sus pulmones de veneno haciéndole el respirar una tarea dificultosa.

De entre las agudas voces que clamaban por ayuda la más grave se apagó y distinguió un mórbido último suspiro de entre los labios de Roun.

- ¡Padre, padre por favor!- clamó tras escuchar cómo su voz se apagaba mientras las otras dos interferían con lamentos más angustiosos e intensos.

En el suelo, ante la entrada, vio la figura alta y de pie de su amada madre y su corazón dio un vuelco al contemplar que entre sus finos y gráciles brazos llevaba a la pequeña Vicky sana y salva.

Su camisón blanco se había quedado reducido a prácticamente nada, mostrando una desnudez llena de heridas y quemaduras dolorosas que se clavaron en el corazón de Ludolf al ver a su pobre madre tan demacrada, sabiendo que ella también había podido conocer el fatal destino de su hijo y su marido.

Fuera de la casa los gritos del pueblo seguían clamando el nombre de su madre, Rosa, mientras la llamaban bruja, demonio, sucia, escoria y pagana.

Las antorchas y tridentes de la furiosa masa de pueblerinos se veían a través de las paredes quemadas que se caían a cachos a medida que eran devoradas por las llamas.

Rosa jamás había hecho daño a nadie y jamás lo haría. Bruja, sí, lo era, pero solo practicaba la magia blanca y con tal de hacer crecer los cultivos más rápido y erradicar las enfermedades de todo el pueblo o de prolongar la vida de los más ancianos del pueblo, los sabios que bebían sus brebajes mágicos creyendo que solo eran sopas.

Ella cuidaba , con su poder, a todo el pueblo, pero lo hacía desde las sombras, donde nadie debía indagar pues, buena o mala, si una persona practicaba cualquier tipo de brujería, el pueblo la condenaba a muerte junto a su família.

Como arena entre los dedos -YAOI- [En Amazon]Where stories live. Discover now