HARD TO SAY | en donde encuentra un libro que le pertenecía a su padre y entra en un mundo de peligros
[dean winchester x female oc]
[supernatural au - spoilers tempor...
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A PESAR DE QUE LOS AÑOS PASABAN SINTREGUA, SOPHIE Hudson descubrió que era imposible olvidar a Dean Winchester. Había sido su primer amor, quien le había enseñado lo que significaba ser querida y estar segura en los brazos de la persona a la que amas. No importó lo fugaz que fue, que solo estuvieran juntos unos meses, lo que dolió despedirse, sino la intensidad con la que se habían amado.
Con el tiempo había empezado una nueva vida junto a uno de los amigos de su hermano, Stephen. Tuvieron una hija llamada Lynn y al poco tiempo se casaron, intentando hacer lo correcto por la pequeña, pero Sophie no tardó en darse cuenta que no podía amarlo como lo merecía. Sin importar el tiempo que pasara, Dean seguía teniendo su corazón.
Cuando el silencio era demasiado, Sophie recordaba creer que sería Dean quien la lastimara, que rompería su corazón, y cómo ella estaba dispuesta a permitir que suceda. Sin embargo, ella lo había roto a él.
A pesar de que había intentado dejar la vida de cazadora en el pasado, Sophie se vio obligada a volver a ello cuando un shapeshifter la encontró, secuestrando a una pequeña Lynn de tan solo un año. Al parecer quería que matara a Crowley, sin importar morir él en el intento, sin importarle matar a Stephen simplemente porque tuvo la oportunidad. Presa del pánico, Sophie recurrió a llamar a los hermanos Winchester, que acudieron a su rescate junto a Castiel, ayudándola a matar al shapeshifter.
—¡Lynn!
Ante el llamado de su madre, la pequeña se apresuró a bajar las escaleras, tomada de la baranda como sus padres le habían enseñado. Al verla, Sophie notó una gran sonrisa en su rostro, una de sus manos escondida detrás de su espalda. Su mirada se entornó con diversión, Lynn adoraba las travesuras.
—¿Qué tienes ahí, Lynn?
Extendió su mano y Sophie tomó el papel que llevaba en ella. Al darlo vuelta encontró un dibujo: ella tomada de la mano de un hombre, con sonrisas en sus rostros, felices.
