vii. revenge

6.4K 536 36
                                    












capítulo siete,
( revenge )

capítulo siete,( revenge )

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.











               LUEGO DE UN MES VIAJANDO POR EL PAÍS Y COMPLETAR DOS cacerías más, Sophie Hudson se encontró volviendo a Pice a pedido de su hermano. Al parecer, Bethany también había cometido suicidio y por pura inercia Sophie no pudo evitar compararlo con el caso de los universitarios, donde también habían muerto uno por uno. Sólo que aquí el primero en cometer suicidio —o eso es lo que se decía al menos— había sido su propio primo, y ahora una de sus mejores amigas. Sin duda, algo sobrenatural estaba ocurriendo en aquel pequeño pueblo.

El primer destino de Sophie fue la casa de la adolescente, aunque sus intenciones no eran claras. Tenía la opción de ir en busca de respuestas o simplemente ir a prestar sus condolencias. Supuso que no lo sabría hasta llegar allí y ver a la madre de la joven.

Pasaron unos pocos segundos tras tocar la puerta para que esta se abriera, revelando a una mujer en un claro estado de duelo. Su rostro se encontraba hinchado e igual sus párpados. Sus ojos estaban enrojecidos como sus mejillas y nariz. Vestía un pijama de algodón celeste a juego con unas pantuflas de igual color, cubierto por una bata blanca que terminaba debajo de sus rodillas. Su cabello rubio se encontraba recogido en un moño en la base de su cabeza, mechones de él escapando y cayendo sobre su rostro.

Con solo verla, Sophie supo que no había manera en que pudiera interrogarla. Creía que la mera mención del nombre de su hija podía hacer aflorar las lágrimas.

—¿Si? —inquirió la mujer ante la desconocida frente a ella—. ¿Puedo ayudarla?

—Hola, lamento la intromisión. Betty era mi amiga y venía a ofrecer mis condolencias.

Los ojos ya enrojecidos de la mujer se nublaron con las lágrimas retenidas, pero se negó a dejarlas caer.

—Oh, gracias. ¿Quieres pasar? Puedo ofrecerte un café o un té.

hard to say ━━ dean winchester ✓Where stories live. Discover now