Boca de Ambrosía.

Cuando el viento e invierno endurezcan

Canción del capítulo:

Undisclosed Desires - Muse

. . . .

Advertencias:

No todo el capítulo es smut, sorry sorry. De hecho ni el 30%. Heh.

Así que comenten, please, para demostrarme que no están aquí por el smut.

<3

Pero el show debe de continuar *suena Freddie Mercury de fondo*

Btw,

(:

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Capítulo 17

Cuando el viento e invierno endurezcan

Y cuando el viento e invierno endurezcan

Toda la tierra sin amor,

Dirá un susurro algo del jardín

Y tú lo entenderás

Harry lo mira desde arriba, con los labios entreabiertos y con las manos apoyadas sobre el pecho de Louis, usándolo como apoyo para montarlo con intensidad.

Echa su cabeza hacia atrás, moviendo sus caderas con una sonrisa socarrona en sus labios, los gemidos de Louis siendo música para sus oídos. Todo se siente tan bien, tan profundo que sin duda alguna lo sentirá por días. Se sentirá lleno de miles de formas, cada que use sus dedos para acariciarse extrañará ese pene dentro de él, satisfaciéndolo como ningún otro.

Los dedos de Louis se entierran en la piel de sus caderas, ayudándolo con los movimientos mientras que esos ojos azules están en su rostro. Parecen observar cada gota, cada respiro, analizar cada pensamiento que se cruza por su mente hasta el punto en que se queda seco, que se llega a lo imposible, y eso sólo lo excita más.

La fuerza de las embestidas aumenta hasta que se hacen salvajes, casi imposibles de soportar. Con el celo adueñándose cada vez más de su cuerpo, y sintiendo a Louis en su interior sin ningún tipo de protección, todo es demasiado que se corre en menos de lo que se espera. Pero Louis no se detiene, por supuesto: él sigue follándolo con toda la intensidad que posee, con sus dedos dejando marcas rojas en las caderas de Harry, todo mientras lame sus pezones o le muerde todo aquello que tiene a su alcance.

—Te ves precioso cuando te corres—Louis le susurra en su oído cuando lo obliga a recostarse en su pecho, las estocadas aún presentes—. No sabes cuánto –

Las palabras se las dice en su oído, y Harry apenas tiene tiempo de reaccionar cuando ya se siente más que satisfecho, al menos por esos minutos. Después Louis saca su pene de su interior, lo echa sobre el sillón y él gime con todo el descaro del mundo, disfrutando en exceso cuando Louis se corre sobre su estómago, sobre su pecho, en su miembro ya flácido pero que en cualquier momento volverá a levantarse del placer.

Harry lo mira directo a los ojos cuando toma un poco del semen de Louis y lo esparce más sobre su piel. Lo escucha gruñir, lo ve temblar, y en menos de diez segundos Louis ya está lamiéndolo del cuello, de sus pezones, de todas las partes en donde puede tocar.