Pedazo de mentiroso. Jamás hice eso.

-No lo recuerdas ¿verdad?-sus ojos verdes había abandonado todo toque de dulzura siendo una temible seriedad la que se mostraba.-Esa es una prueba clara pero si no te basta le puedes preguntar a Daniel y Fernando, tu y yo sabemos que ellos no te mentiría.

Mi mandíbula estaba apretada mientras trataba de encontrar sentido a lo que decía.

-Olvidaste muchas cosas-su mano toco mi mejilla algo temeroso a que yo lo mordiera al ver que no me movería comenzó a acariciarla con cuidado.-Más de las que creí, ese día me pediste que te sacara de ese infierno en el que estabas.

-¿Y realmente tomaste enserio eso?

-Claro que si, si no lo hubiera hecho ¿crees que estaría haciendo esto?-parecía ofendido por mi pregunta sin embargo me era difícil de creerle no era tan fácil ganarse la confianza de alguien y más aún si esa persona te traiciono.-Aida.

-¡Ya basta!-grite entrando en la desesperación y cansancio.-¿Qué demonios quieres de mi? Cuando más feliz estaba tu llegas y lo arruinas todo, estoy cansada de todo esto. ¿Quién rayos te entiende? Un día dices ya no te quiero y al otro dices lo contrario, no se si confiar en ti o arrancarte el corazón de una vez por todas.

-Sabes que te quiero-eso fue lo que colmo mi paciencia y estallara por completo.

-¡¿Me quieres?! Si no me hubieras traicionado seguramente seguiríamos siendo novios pero simplemente decidiste ir al lado de la lujuria, pues bien, no te detuve pero no tenias que venir a arruinar mi felicidad-mis lágrimas se hicieron presentes mientras que mis mejillas se volvían rojas y calientes.-Siempre piensas en ti, siempre a sido así.

-Eso no e cierto-dijo tratando de converse a si mismo, ni él estaba seguro de por que hacia esto.-Yo-

-Dejame sola-le ordene.-No te quiero ver, llevame con mis hermanos.

Luke se lo pensó unos momentos para después asentir.

-¡Jess!-no, no, no. Maldito la llamo a propósito.-Aida te conozco bien, no la dañarás.

Pensaba darle un buen golpe a la persona que me "escoltara" con mis hermanos pero jamás le haría daño a Jesse o Cato, bueno a Agustín tal vez pero jamás a Jesse.

-Maldito-lo insulte por lo bajo.

-Jesse acompañala con sus hermanos por favor-solto los nudos que me ataban pero no pude moverme ni un centímetro antes de que volviera a someterme.

Salí de la habitación y caminamos por un largo pasillo, las paredes estaban decoloradas y desgastadas de manera muy exagerada. Nos detuvimos en una habitación con una puerta reforzada.

Era de esperarse, Luke no es rival para mis hermanos.

-Lo siento-abrio la puerta y me dejo pasar, una vez dentro cerro la puerta con llave.

-¡Daniel, Fernando!-mis hermanos me vieron pero no pudieron moverse, estaban encadenados ¿que manía tenia Luke con las cadenas?

-¡Cosa!

-¡Mocosa!-si, mi hermano ni siquiera en las situaciones más criticas dejaba de molestar.

-¿Están bien?-pregunte acercandome con rapidez.

-¡Por supuesto!-grito con energía.-Estamos encadenados y sin poder movernos pero estamos bien, ¡Obvio que mal Aida!-Daniel salio a mi defensa dándole un golpe en la cabeza.

UnidosWhere stories live. Discover now