Unidos

Capítulo 10

Chicas esta vez no mandare saludos por que el capítulo es muy serio así que por favor lean con detenimiento

-¿Y ese chupetón?

-Lo hizo Dominic anoche-Explique roja y avergonzada.

-Vaya-Dijo picara Melina, la mire asesina pero solo me sonrió con inocencia.

-Sólo fue un chupetón-Dije en mi defensa.

-Agradece que fuimos nosotras quienes lo vieron y no tus hermanos.

-Ale basta, ellos no dirían nada ya son personas maduras y responsables-Ella me miraron con ambas cejas levantadas.-Vale no lo son pero ya estoy grande y ellos también.

Si claro por ser grandes no significa que vayan a madurar.

Me vino a la mente cuando era niña y peleaba con mis amigas. Eran recuerdos lejanos pero realmente hermosos, ellas me mostraron un apoyo incondicional, se volvieron mis confidentes cualquier cosa que no pueda resolver sabia que ellas me ayudarían y aún que no lo podrían resolver me mostrarían las ventajas y desventajas de todo.

Tenía tanta responsabilidad en mis hombros ahora, tenia que cuidar y proteger a todos de mi padre. Ellos pensaban que me estaban protegiendo pero ¿Quien los iban a proteger a ellos? La respuesta era sencilla: Yo.
Han dado mucho por mi cosa que no merezco pero cuando sea necesario yo seré quien los proteja a costa de todo.

-Mira esta lloviendo-Dijo emocionada Melina segundos después de su comentario las luces se apagaron y cayo un rayo.

Escuche el maullido de mi Key, encendí una linterna que estaba en uno de los cajones de la mesita de noche y a tientas busque a el pequeño gatito. Cuando lo encontré este estaba bajo mueble del cuarto comencé a llamarlo temblando salió de su escondite para ahora refugiarse en mi.

-Ese gato te ama más que a nada en este mundo-Sonrei ante el comentario de Ale.

El pequeño ya había crecido sin embargo no era tan pequeño pero aún así era pequeño comparado con otros gatos.

El sonido de la planta baja nos alerto a todas, los chicos habían salido no sabíamos a donde pero nos dijeron que llegarían tarde. Nos miramos unos momentos; teníamos que saber quienes eran y la única opción era bajar.

Con mucho silencio y cuidado bajamos, había colocado a Key en mi hombro por un momento se me ocurrió tomar el arma que Dominic había escondido pero elimine esa idea, cabía la posibilidad de que fuesen mis hermanos y prometido queriendonos jugar una broma.

La tensión era muy grande y todos y cada uno de nuestros sentidos se encontraban alerta a cualquier movimiento.

-¿Chicos?-Pregunte pero ni hubo respuesta alguna.

-¡Más les vale que no sea ninguna broma!-Grito Ale que se le veía nerviosa.

Caminamos rumbo a la cocina sin embargo una vez allí no encontramos o vimos algo anormal.

Soltamos un enorme grito cuando algo o alguien nos asusto por detrás, Key salto de mi hombro y miro amenazante al causante de que nos diera un ataque al corazón.
Detrás de nosotras se encontraban tres sombras pero no podíamos distinguir quienes eran hasta que un rayo alumbró los rostros de las personas dejando ver máscaras.