Capitulo 35

107 12 7
                                    

Al despertar lo primero que visualice fue la absoluta oscuridad en la cual me encontraba.

-Pero que diablos...-masculle por lo bajo, esto no estaba bien nada bien.

Al tratar de mover mis manos me percate que estas estaban atadas con tal fuerza que con un solo movimiento dolía poco después me di cuenta de que mis piernas estaban del mismo modo que mis pobres manos.

-Con un-tome aire y grite.-¡Luke!

No hubo respuesta alguna, lo volví a intentar pero el resultado fue el mismo.

-¡Agustín!-esta vez la puerta se abrió haciendo que la luz diera de lleno con mis pobres ojos que apenas comenzaban a acostumbrarse a la temible oscuridad que me rodeaba. Agustín se adentro en la habitación cerrando la puerta detrás suyo, su semblante era duro algo completamente opuesto a su personalidad juguetona y divertida.-Sueltame.

-Son ordenes de tu padre, no puedo-se lamento, ¿Y que con eso? ¡Me vale un aguacate lo que le haya ordenado!

-No me importa, sueltame-mi voz de había vuelto dura.

-Aida-me llamo claramente disgustado por mi insistencia.-No puedo desobedecerlo, Luke es una cosa pero tu padre-antes de que pudiera terminar de formular su oración lo interrumpí.

-Victor.

-Cato-la puerta se volvió a abrir dejando ver a Luke, llevaba una camisa blanca y un saco negro, en pocas palabras estaba vestido formalmente.-Vigila por favor.

Cato asintió y se alejo de mi, dejandome sola con el idiota de Luke.

-¿Por que haces esto?-pregunte irritada. Mi indecisión se había esfumado por completo estaba más que segura de mi decisión pero aun así yo consideraba a Luke como una persona importante en mi vida pero por sus acciones se puede ver que esto no aplicaba para él.

-Escuchame-trato de tomar mi rostro este sus manos pero movimiento rostro y trate de morderlo para darle a entender el mensaje.-Tranquila Aida, solo estoy tratando de sacarte del infierno en el que vives.

-¿Enserio?-pregunte con ironía.-¡Porque parece que lo haces por dinero!-esta idea me a estado atormentando desde aquel sueño que tuve hace algunas semanas, quería creer que esto no era así me quería convencer que Luke no era así.

-¡Claro que no!-contesto completamente sorprendido.-Yo...solo quería sacarte de ahí.

Sus ojos verdes conectaron con los míos dejando ver una profunda tristeza.

-Cuando salíamos como pareja llegaste un día a mi casa completamente agitada y cansada, tus ojos estaban rojos y tus mejillas estaban empapadas, habías estado llorando durante un buen rato-recordaba ese día, a la perfección era uno de los más importantes recuerdos que había almacenado en mi memoria.-Al tratar de saber solo me contestaste que tu padre estaba en casa

Ese día el problema inicio gracias a las llamadas de bromas por parte de unos mocosos. Mi padre no escucho razones y comenzó un escandalo, Daniel estaba en casa mientras que Fernando bloqueaba la puerta para evitar que yo saliera pero no quería oír nada de eso, me escape por la ventana y corrí al único lugar seguro que conocía, con Luke.

-¿Y?-escupí las palabras como veneno.

-¿No lo recuerdas?-preguntó desconcertado, no podía creer en lo que dijera. Ya me había engañado con anterioridad ¿cuál seria la diferencia? En mi opinión no habría ninguna.-Supongo que era lo menos que podría pasar.

-¿De que hablas?-mi irá creía a cada microsegundo, la vida de Luke corría peligro en estos momentos si no me daba una explicación razonable.

-Con el paso del tiempo me di cuenta de que comenzabas a olvidar cosas-se acerco a mi.-Daniel y Fernando también se dieron cuenta, borrabas de tu memoria todo a excepción de la discusión. Aquel día me pediste a todo pulmón que te ayudará.

UnidosWhere stories live. Discover now