47. Hablar sobre lo sucedido.

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Un día ya ha pasado. Chandler ha estado bastante distante conmigo en el transcurso del día. Realmente no entiendo por que. Me ha estado evitando, además de las veces que intenté tener una platica con el, pero contestaba muy abreviadamente, con un "Ajá","'" ó "no creo". Eso es realmente raro, ya que él es usualmente un chico que se extiende mucho en sus platicas.

Estoy más aburrida que lo usual. No se que película o serie poner, ya que, el pensamiento de Chandler besándome aquella noche invadía mi cabeza. No de algo lindo, en realidad. Me atormenta. Quizá si fue una mala idea seguir el beso. Quizá arruiné mi amistad con el por ese jodido (y de alguna manera, delicioso y dulce) beso.

Necesito arreglar esto. Lo ocupo. No puedo soportar el hecho de no hablarle como siempre a Chan gracias a ese beso. 

¿Si será incomodo?. Probablemente, pero, no me importa mientras solucione nuestra amistad y confianza.

Con seguridad (y con mi pijama de conejitos azules y rosados de una tela muy fina puesta encima de mi piel) caminé a su cuarto, que no queda muy lejos del mio, en realidad. Toqué la madera refinada color marrón con mis nudillos un par de veces antes de que esta fuera abierta por un castaño.

-Hola,Chan.-Hice una sonrisa en mis labios mientras que mi mano derecha se agitaba en forma de saludo hacia el castaño con las cejas alzadas y la mirada muy abierta.

-Ho-hola Karen-Su nerviosismo ya era presente, pero al este darse cuenta de aquello, intentó cubrirlo como si estuviera un actor aguantando su risa.-¿Qué sucede?-Sus ojos azulados están mirando mis ojos marrones con nerviosismo.

-Uh, necesito hablar contigo...-Sus azules se distrajeron  en diferentes direcciones de el pasillo atrás mio, en un intento de ignorar mi mirada.

-Karen, estoy muy ocupad...

-Tranquilo, no será mucho tiempo.-Evité su cuerpo y pasé al lado de él para entrar a su  cuarto, ignorando aquel roce de hombros y manos que tuvimos gracias a la cercanía de aquellos escasos segundos pasando a su lado.

Me senté justo frente de la ventana, cruzando mis piernas viendo a través del vidrio, la oscuridad de la noche con la luna destacando en aquellas tinieblas. 

-¿Sobre qué quieres hablar?- mi mirada marrón pasó de la luna  hasta los ojos del castaño, captando mi atención sus luminosos ojos color azul bastante claros.

-Ven-Palmeé enfrente mio. Él se sentó tal como mis indicaciones físicas lo decían. -Bueno-dí un leve suspiro ante aquella mini frustración de como decir todo. Había olvidado pensar que diría. Mierda-uh...Mira...-Buscaba mentalmente las palabras indicadas para hablar, pero muy pocas palabras se me ocurrían. Navegando con mi mirada diferentes puntos de su habitación, escogí las primeras que se me ocurrieron-Bueno, Chan. Has estado muy distante conmigo ayer y hoy. Desde, el beso..-susurré las ultimas dos palabras.

Su rostro cambió bastante. Sus pupilas se encontraban dilatadas, sus ojos estaban bastante abiertos y sus cejas alzadas. Al mirar sus ojos con detenimiento, podía sentir el miedo recorrer sus venas. Y en realidad no se por que miedo. Esa era una sensación que me daba al ver sus ojos. Desvió su mirada de mis ojos marrones para ver sus mano cabizbajo, intentando no darme vista alguna de su cara.

-Oh, demonios- rodé mis ojos. El no hablará y lo se. Con los dedos de mi mano derecha, suavemente, quité sus delicados y finos cabellos de su rostro, para que este pudiera verme, al menos. Y al quitar el cabello de su rostro que evitaba nuestro contacto visual, me miró. Aquellos preciosos ojos azules destellantes, cruzaron mirada con la mía, debilitando mi tacto y enfocándome en sus encantadores ojos. 

Viviendo Con Los Riggs | C. R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora