11 △ Momentos △

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O N C E

Narra Jessica Blanco

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Narra Jessica Blanco.

En la vida hay muchos tipos de momentos, momentos lindos, raros, divertidos, tristes y miles más, pero, mis momentos contigo eran especiales.

Estoy hablando de nuestros pequeños momentos, Henry Benson.

Nuestro momento más especial fue cuando hablamos por primera vez.

Nos observabamos desde la distancia, ambos lo sabíamos, pero, no nos atrevimos a acercarnos desde el día de aquél incidente, pero volvimos a hablar, el día en que pude conocer su nombre de mera coincidencia.

Estabamos en la cafetería, estaba llenísimo, yo quería comprar una hamburguesa con una bebida, pero debido a la gente, no podía pasar.

Mi estatura y poca fuerza, no me permitían llegar más adelante, me empujaron y caí al suelo.

Fue cuando una mano se extendió ante mi, fue tu mano, Henry Benson.

- ¿Qué quieres comprar?

- ... Esto... ¿Qué? -dije desconcertada.

- ¿Qué qué quieres comprar? Yo te lo compro -dijo secamente apartando la mirada.

- ¿En serio lo comprarás por mi? -no pude evitar no sonreir - Que lindo de tu parte. ¡Gracias!

Me observó desconcertado, como si no me hubiese prestado atención ante lo que dije, hasta que volvió en sí, y le pasé mi dinero, nombrándole lo que quería.

Inmediatamente se adentró en aquel mar de gente que trataba de conseguir comida. Pasaron unos 3 minutos y volvió con lo que le había pedido.

- ¡Muchas gracias!

- No hay de qué -respondió sonriendo y se dió media vuelta para marcharse.

Quería preguntarle su nombre, pero la vergüenza y los nervios me ganaban.

Miré su espalda grande y ancha, ví como dió un paso en falso para darse vuelta.

Su mirada se encontró con la mía y pude sentir como el tiempo se paró en seco.

- Henry Benson, es mi nombre -dijo cubriendose la boca con su mano derecha - Quisiera... Saber tu nombre -dijo mientras su rostro y orejas se tornaban de color rojo.

- M-Me... llamo... Jessica, Jessica Blanco -imitando su gesto.

Nos miramos por última vez, se despidió esbozando una sonrisa en su rostro, alejandose a pocos pasos.

Narra Henry Benson.

Jessica Blanco.

Joder.

Hasta su jodido nombre era perfecto, le quedaba como un guante.

Aquella chica de esbelta y pequeña figura me traía loco desde hace un par de días, sus grandes ojos y largo cabello castaño, unos labios hermosos, su cuerpo parecía diminuto y frágil, como si alguien la tocara descuidadamente y ésta se rompiera en mil pedazos, simplemente era perfecta.

No he dejado de pensar en ella desde aquel día.

Fue hace una semana, estaba encerrado en mi propio mundo, sumergido en mi música.

Hasta que la ví a ella, junto a un chico. Ella lucía incómoda, parecía que el chico la estaba presionando, miraba a todas partes como si buscara una salida.

Ahí fue cuando mi mente dejó mi cuerpo, y actué por instinto. De un momento a otro, mi puño estaba plasmado en su cara, seguido por mi, él también hizo lo mismo.

Aquella chica de diminuta figura atónita ante la situación, nos separó, le dijo unas cuantas groserías al chico que recibió el primer puñetazo, y este se marchó.

La chica se acercó a mi, lanzándome una mirada molesta.

- ¿Qué crees que estás haciendo?

- ...

- ¿No me responderás?

- ... -seguí callado, hipnotizado por sus ojos.

- Uff -resopló por su boca, rodó los ojos, acercando su mano a mi rostro -estás sangrando.

- ¿Eh? -toqué mi cara con las yemas de mis dedos, con el simple roce, sentí un leve dolor - estoy bien.

- No lo estás. Déjame ver -intentó acercarse, mientra le negaba el paso.

- Estoy bien -insistí.

- No lo estás -insistió

Nos miramos desafiantes, de un momento a otro, los dos comenzamos a reír.

- Eres bastante terco -dijo mientras emitía una hermosa risa con su melodiosa voz.

- Puedo decir lo mismo de ti.

Estaba nervioso, nunca había visto a esta chica en el instituto, o sea, habían chicas hermosas, algunas muy inteligentes y otras huecas, pero ésta chica que parecía una muñeca de porcelana, me parecía o me daba la sensación de que era especial.

- Mucha gracias, hay muchos chicos imbéciles por aquí creyendo que pueden hacer lo que quieren.

- Te entiendo -dije desviándo la mirada.

- Pero... -relamió sus labios, rodando sus ojos, esbozando una sonrisa - Tu no eres uno de ellos.

Fue entonces cuando nuestro ojos conectaron por primera vez, no fue una simple mirada, fue algo más que eso, algo que no olvidaría, un momento especial que me marcaría durante mucho tiempo.

- Oh... Gra... -momento interrumpido por el sonido del estridente timbre - Nos vemos -concluí con una sonrisa.

- Nos vemos -dijo igualmente mostrando una sonrisa.

Aprecié como desaparecía la silueta de aquella diminuta chica, recuerdo que me quedé con tantas ganas de saber su nombre, era intrigante, pero de alguna manera sabía que esa no sería nuestra última conversación. Tuve razón.

Narra Rachel Miller.

Aquella discusión con René, me dejó impactada, no podía creer que ella podía tener esa clase de actitud, aunque de alguna forma lo entiendo. Ella gusta de Jacob, puedo entenderlo... Supongo. Lo único que no logro entender es el por qué le habré dicho que no la puedo apoyar.

Mi mente decía, apóyala, es tu amiga, pero mi corazón, de alguna manera, me decía que no la apoyara. Y quién sabrá el por qué, de haber elegido lo que me decía mi corazón.

En ese momento escuché el molesto chirrido de la puerta al abrirse, dirigí mis ojos hacia el sonido mencionado, logré apreciar al chico mencionada hasta solo hace unos minutos.

Nuestras miradas siempre conectan de una manera bastante peculiar, de pies a a cabeza, la manera de mirarnos, al menos para mi, es especial.

- Rachel.

- Jacob.

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Creo que al final me quedaré con subir captulos cada dos semanas(?) :^) oa guapos lectores, espero que les esté gustando esta historia, esta si que si la terminaré, con que me apoyen y compartan la historia con sus amigos, yo feliz. No olviden dejar su comentario y una estrellita que me ayuda mucho, sin nada más que decir, me despido.

- Stephannie Moon.

El Club de las Chicas de PapelWhere stories live. Discover now