En su cama • Aguslina.

Capitulo 10

Hoy, día lunes, primer día de la semana, estaba dispuesta a comenzar de cero. No más Agustín Bernasconi, no más revolcones, no más aventuras. Sólo sería su empleada. Me dediqué a hacer compras necesarias para la casa y cuando terminé eran las diez de la mañana. Me pasé por un café que había cerca e hice la fila. El chico de adelante se volteó y me sonrió alegre.

-¡Hey! -Me saludó.- ¿Qué tal?

-Hola, bien ¿Y tu?

-Bien. -Me sonrió, su sonrisa era deslumbrante.- ¿Te acuerdas de mí verdad?

-Lionel. -Le asentí, él volvió a sonreír. ¡Basta! Me derretía con esa sonrisa.

-¿Cuál es tu nombre? No me lo dijiste.

-Carolina.

-Hermoso, como tu. Te invitó a un café, de todos modos a eso vienes. -Se río y no pude evitar reír.

-Am...

-Di que si.

-Bueno. -Le sonreí amable. Era el turno de Lionel en la fila.

-¿Qué vas a tomar?

-Cappuccino.

-Dos cappuccinos. -Pronto estuvieron nuestros cappuccinos en nuestras manos.- Vamos a esa mesa. -Era una mesa para dos que daba a la ventana. Había una linda vista desde ahí.

-¿Y qué haces por aquí? -Le pregunté.

-Paso cada mañana antes de ir a trabajar. -Asentí y bebí.- ¿Y tú?

-Estaba de compras y pasé por aquí. -Le sonreí.

-Me encanta tu sonrisa. -Oh, yo decía lo mismo. Me reí y sonrojé.- Eres hermosa.

-¿Me estás coqueteando? -Le dije con una sonrisa de costado mientras lo miraba divertida.

-Si, lo hago. -Me sonrió.

-Bueno a mi también me encanta tu sonrisa. -Se río y bebió de su café.

-¿Qué harás ahora?

-Volver al trabajo. -Él asintió.

-Podríamos juntarnos otro día, eh...

-Claro. -Respondí al verlo nervioso continuar. Era tierno, me divertía.

-Bueno cuentame más de ti. Te vez interesante. -Me reí. ¿Interesante?

-A ver... Me llamo Carolina, soy de aquí, tengo veinte... Am... Trabajo para Agustín Bernasconi en su casa. -Él se atoró con su café.

-¿Es en serio? -Asentí.- Wow... Siempre quise ser parte de algo con él, es muy poderoso. -Y mentiroso, dije para mis adentros.- ¿No sabes si tiene algún cupo para algo?

-La verdad es que no. Yo entré hace un tiempo porque mi mejor amiga le habló de mí.

-Se hacer de todo, así que si sabes de algo me dices. -Le asentí.- ¿Y qué más hay de ti?

-Eh... No lo se, no me preguntan sobre mí normalmente. ¿Y tú?

-Soy de aquí tambien, y tengo veintiuno. Y ya sabes, trabajo en la tienda de zapatos. -Me reí.

-Me encanta esa tienda.

-Cuando quieras vas, te puedo hacer un descuento. -Me guiñó el ojo.

-Oh, no quiero meterte en problemas por cobrar menos.

-No, no los harías. -Me sonrió otra vez. Mi celular vibró y era el número de Agustín. Bufé apenas audible.

-¿Hola?... Si, de compras... Le digo que estoy de compras, ya iré. -Lionel me miraba atento.- Si, señor... Adiós. -Colgué y guardé mi celular en mi cartera.