Capitulo 2

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Eran alrededor de las ocho, la cena estaba lista y la casa lucía impecable. Katja y yo terminábamos de regar las plantas y Valentina preparaba un postre. El timbre sonó y fui a ver quién era.

- Señora Bernasconi. - Me sorprendió ver a la madre de Agustín a estas horas.

- Buenas noches, ¿Mi hijo está aquí?

- No, debe estar por llegar.

- Lo esperaré. - Dijo entrando a la casa y acomodándose en un gran sillón.- Tráeme un café, Kopelioff.

- Si, señora.

Fui hasta la cocina y puse agua a hervir para preparar un café para la madre de Agustín, el teléfono sonó y fui a contestar.

- Residencia Bernasconi... No, no se encuentra... Aguarde un momento.

Escuché el sonido de las llaves y Agustín apareció por la puerta, saludó a su madre sorprendido de verla y dejó su maletín en un sillón. Se quitó la corbata y la dejó sobre el maletín y yo sólo lo miraba, recordé que tenía a un hombre esperando en el teléfono.

- Señor Bernasconi. - Él me miró. - Charlie Black está en el teléfono.- Agustín gruñó y se acercó malhumorado a mí, tomó el teléfono y contestó.

- Bernasconi.

- Ya le traigo su café, señora Bernasconi. - Ella asintió. Fui hasta la cocina y terminé de preparar un café cargado como le gustan a ella. Al regresar ví a Agustín bastante serio y su mandíbula apretada, le entregué el café a la señora Bernasconi.

- Carolina. - Habló entre dientes, lo miré nerviosa.- ¿Cuántas veces te he dicho que no me gusta atender el teléfono apenas llego a casa? -Me miró fijamente, realmente han sido unas seis. Mordí el interior de mi mejilla.

- Lo siento, señor.

- Tráeme un café cargado.

- Sí, señor. -Caminé hasta la cocina y prepare otro café.

- ¿Pasa algo malo? - Valentina habló en un susurro.

- Olvide que odia atender llamados al llegar a casa. - Respondí en un susurro igual. Ella asintió. - Si sigo así me despedirá.

- Créeme que no, se acuesta contigo. - Me puse tensa y asentí. - Cuando te dije que trabajar aquí era complicado lo dije en serio. Es difícil complacerlo.

Flashback

Llegue a la casa de Valentina, era domingo y como tal, su día libre. Toqué el timbre y ella abrió la puerta, pasé y nos sentamos en el sillón.

- ¿Y cómo estuvo la semana?

- Buena, Agustín se fue a una casa de playa y nos llevó con él. La casa era inmensa.

- Me imagino. - Dije imaginándome a Agustín en la playa con su traje de baño y esos músculos al aire.- Valentina...

- ¿Mmm?

- Necesito que me ayudes a entrar a trabajar a la casa de Agustín. - Valentina estalló en una carcajada.

- ¿Para qué?

- Ya sabes que me encanta...

- Ay, Carolina... ¿Cuál es tu plan?

- Meterme a la cama con él y... Tal vez se enamore algún día de mí. -Valentina volvió a soltar una carcajada, pero ésta vez nerviosa.

- No, Carolina, no te conviene.

- Tú ayúdame, no pedí opinión. No te burles.

- De acuerdo, de acuerdo. Solo ten cuidado con eso.

En su cama • Aguslina. Where stories live. Discover now