Epílogo

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S&K

Algunos años después

— ¡Takeshi baja de ahí inmediatamente! – ordené.

Mi hijo era algo problemático, desde que supo utilizar algo de sus poderes, nadie consiguió pararlo. Me preocupé por ser muy joven pero su tío y amigos de mi mujer, afirmaran que Kagome en su edad ya los controlaba muy bien, y que Takeshi va en uno bueno camino.

Observé el árbol frente a mi donde estaba, en el ramo más alto, mi hijo sentado. Será muy difícil para lo convencer a bajar sin ser a la fuerza, pero como él está aprendiendo a volar, puede huir cuando yo subir al árbol. Solo él no sabe que yo tengo una carta en la manga.

— Tu madre está casi llegando. – susurré pues sabía que él escucharía, ya que tiene algunos rasgos de yōkai.

— ¿En serio?

Claro que eso lo llamó a la atención. Bajó lentamente, y con elegancia, pero con menos que su madre haría, y caminó hasta mí.

— ¿El tío Zen vendrá? – preguntó.

No sé cómo creció su relación, pero Zen y Takeshi se dan de maravillas, pues a los dos les gusta dibujar, a pesar de mi hijo no ser tan bueno como él.

— No lo sé.

— ¿Y mi madre va de nuevo de viajen?

— No, ella me dice en su última carta que se quedara en el Oeste por un tiempo que sus deberes están terminados, por ahora. – sonríe al pensar que puedo estar con ella a solas por mucho tiempo —. Tu madre es muy buena en lo que hace, no hubo ninguna disputa en todo este tiempo.

Kagome dejaba muchas veces el palacio para viajar hasta los demás reinos o a la aldea perdida para algunas reuniones con los otros elegidos. Todo eso para mantener la orden y cumplir con el prometido a los dioses máximos.

La aldea perdida ahora es una escuela para elegidos jóvenes, pero nuestro hijo no tiene necesidad de ir, ya que su madre como la única controladora del viento además de él, solo ella lo puede enseñar.

Sentimos una rajada de viento. Sonreímos, era obvio lo que iba a suceder.

Abrí mis brazos para la recibir.

— Regresaste más temprano.

— Los extrañaba.

La coloqué en el suelo para que ella pudiese abrazar a Takeshi.

— ¡Madre! ¡Ya consigo hablar con el viento!

— ¿A sí? ¿Y el viento te dijo algo?

— Quiere que confié mi vida a él, ¿lo debo hacer?

Kagome soltó una pequeña risada, y lo miró en los ojos.

— Claro, el viento es parte de ti.

Quien diría que yo tendría tanta suerte al encontrar una mujer tan maravillosa. Definitivamente los dioses me bendijeron, y me dieran la oportunidad de tener la familia perfecta.

S&K

El tiempo pasaba rápido. Hoy era el cumpleaños de Takeshi, todos nuestros amigos estaban reunidos para celebrar, pero no solamente eso, también el equilibrio que restablecemos. A la medianoche cierta hacemos siempre un brindis y una oferta.

Los primeros en llegar fueran Livius y Nike. Tenían oficializado las cosas entre ellos, ahora Livi era un hombre y Nike estaba embarazada de cinco meses. Será un niño.

¿Puedes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora