¿Puedes amar?

Capítulo 3

— La señorita Kagome, ¿se encuentra bien? – cuestionó la hanyō de pelo oscuro y ojos dorados —. Es que se quedó muda después de escuchar el nombre de mi madre.

Me asusté un poco, la pequeña no podría saber quién soy, sería mucho peligroso para ella.

— Estoy bien. – Rin no acreditó en lo que dice —. Solo pienso ter escuchado el nombre de tu madre en algún lugar, es solo eso.

— Está bien. – murmuró —. ¿Me contarás la historia, por favor?

Sonríe, me acosté en el árbol y la senté en mi regazo.

— Bien, tal vez no sea como tu madre te contó, pero espero que la disfrutes... - ella asintió.

"Era una vez, una chica que nació con un poder especial, conseguía controlar el aire, o mejor el aire era su amigo. Era muy feliz viviendo con su hermano gemelo y su prima, en un templo lleno de sacerdotisas, pues su madre era una. Ella siempre supo que su padre era dios, pues este la visitaba siempre en su aniversario, la felicitando y le ofreciendo algo bello.

Pero su vida no era algo bello, su madre y tía murieran protegiéndola, de un rey malvado que quería su poder, porque escuchó de sus siervos que ella podría derrotar a cualquiera. La chica percibiendo que su don estaba maldito, dejó de ser amiga del viento y tentó se tornar una sacerdotisa."

— Pero ella no estaba hecha para ser una sacerdotisa, pero sin una guerrera, ¿verdad? – interrogó Rin feliz.

— Sí, pero ella tardó un poco a percibir eso, y fue de la peor manera.

— Lo sé, recuerdo muy bien esa parte, su prima fue raptada en su lugar. – dice Rin un poco triste —. Ella debió sentirse muy mal.

— Sí. – me quedé pensando en ese día.

"Cuando ella supo donde su prima se encontraba, ella y su hermano, fueran a rescátala, pero no contaban con lo que les esperaba en el castillo del rey."

— Él los estaba esperando, con un grupo de "malditos". – susurró Rin.

"Eso dificultó las cosas, ya que nuestra querida controladora del aire, ya hace mucho tiempo que no confiaba en el aire, y no hablaba con él. Tuvo algunos problemas en usar su poder, su suerte fue que su hermano controlaba perfectamente el fuego, les dando alguna ventaja.

Con alguna dificultad llegaran donde se encontraba su prima, de nuevo tuvieran otra prueba, uno "maldito", muy más poderosos que los otros los esperaba. La chica, viendo como la vida de su prima estaba en peligro, hizo un pacto con el aire."

— Mi madre no me contó esa parte. – me informó Rin, muy curiosa —. ¿Qué pacto ella hizo con el aire?

— Ella le prometió nunca más abandonarlo, y que haría todo lo que él le pidiese. – le contesté suavemente.

— ¿Y que quería el aire que ella hiciese?

— Quería que ella ayudara a los otros "elegidos", que el rey tenía prisioneros, en las mazmorras.

"Después de la chica prometer que le obedecería, el aire le dio más poder, más do que ella alguna vez tuvo. Sin pensar dos veces, ella atacó al "maldito" que tenía como especialidad el hielo, le dejó una enorme cicatriz en lado derecho de su rostro, debido al suyo viento cortante.

Con el camino libre, los tres niños..."

— ¿Niños? – interrogó la hanyō.

— Si, los gemelos tenían solo once años, su prima tenía trece años.