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Creo, no, estoy segura, de que nunca había estado tan limpia en mi vida.

En resumen:
Primero me hicieron colocar unas piezas de baño, luego me introdujeron en una tina, en la que el agua era rosada, tallaron con esponjas, se decidieron de todos los callos que tenía en las manos por tocar el violín, me lavaron el cabello con tantos tónicos, que en un momento deje de contar, luego me pasaron a una tina con lodo, la cual tengo que aceptar que es muy relajante, luego me hicieron enjuagarme el cuerpo, para volver a meterme en la tina, pero esta vez con agua de burbujas, me exfoliaron el cuerpo y la cara,me llenaron de cremas y tónicos, y se puede decir que ahora están en lo que ella denominaron como el intermedio.

En resumen, están decidiendo que hacer conmigo, Anne y Mary discutían por como arreglar mi cabello, pero Lucy decidió acercarse y empezar con las uñas.

— hola señorita – saludó sentándose en frente mío.
— América — otra persona más que no se sabía mi nombre, dos en un día, eso es un récord, ella asintió y continuó.
— Voy a arreglarle sus uñas – yo asentí, pero ella se me quedó mirando, al darse cuenta de que no entendía, me lo dijo — su mano porfavor.— pidió amable con una sonrisa, la cual le devolví tendiéndole mi mano.

Después de unas dos horas ya estaban mis uñas listas, al igual que mi cabello y el maquillaje, aunque no entendía para que era todo esto, tengo que aceptar que me gustaba.

— Aquí está – dijo Mary entrando en el "cuarto" en el que estábamos.
— Esta precioso — dijo Anne dirigiéndose a Mary, la cual tomó el vestido y me lo enseñó, realmente era hermoso, era un degradé de blanco hacia azul, pasando del tono más claro al más oscuro el cual se perdía profundo adornado con uno que otro brillo, se ajustaba en la cintura y se esponjaba un poco, las mangas caían delicadas a los costados siendo como delicadas tiras las cuales agitanarían y hormarían mis brazos, venía con unos tacones no tal altos y accesorios dorados.
Con algo de emoción me los colocaron y para cuando acabamos, ya era tarde.
Me mire en el espejo y no había duda estaba.

— Hermosa — aduló Maxon a mis espaldas, no me di cuenta en qué momento llego — buen trabajo chicas – felicito a Mary, Anne y Lucy, ellas le sonrieron y luego de eso, hicieron una reverencia antes de marcharse.
— Hicieron un gran trabajo — murmuré aún mirándome en el espejo que las chicas habían traído — lastima que hallan tardado horas haciendo esto, para que me lo quite en menos de 5 minutos, Maxon ¿para que es esto?—  pregunté al fin
— Ven — pidió abriendo la puerta del rosal ¿que pretendía?
— Maxon , no puedo salir así, si alguien me ve — el solo negó con la cabeza y me señaló la salida con el brazo

Luego de unos segundos, ya estaba afuera y Maxon igual, me tendió su brazo y yo me enganche en el.
Había colocado un "camino" de piedras para que pudiera pasar sin mancharme los tacones o el vestido con barro.
Cuando salimos del bosque que cubría el rosal, pude ver claramente cómo habían luces adornando cada parte del castillo, en cada esquina, habían una docena de guardias, no estoy exagerando, telas de colores en la entrada y guindando de punta en punta del castillo.

— ¿Cuánto tiempo me tuviste ahí dentro? — me queje apuntando a mis espaldas —¿que año es?

Maxon empezó a reír y yo lo seguí

— Solo estuviste ahí unas 3 horas.— aseguró mirando su muñeca como si tuviera algún reloj que le pudiera indicar cuánto tiempo estuve ahí.
— Silvia debe de querer ahorcarme.
— Lo más probable – dijo serio– fue a buscarte a mi habitación. — Estoy muerta, fue lo único que cruzo mi mente, pensamiento que creo Maxon pudo escuchar porque enseguida soltó una risa y continuó – le dije que estabas en el establo ordenando que prepararán mi caballo, que pasaría toda la tarde con él. No te van a despedir, tranquila.

FUERA DE ELECCIÓN Where stories live. Discover now