V

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El lugar era hermoso, los colores,
el olor, pero sobre todo la paz que se sentía estando allí, habían rosas rojas, rosadas y blancas, todo era hermoso.

— Esto es — empecé a decir, pero Maxon termino la oración por mi.
— Hermoso.—finalizó cerrando la puerta.
— Si, mucho —respondí instantáneamente.– pero Maxon, ¿porque me trajiste aquí?.
—América– me nombró sentándose en una banca que estaba pegada a una de las paredes, no se de que material sean, pero tienen un parecido fenomenal al vidrio. — dentro de 2 días, el castillo estará inundado de chicas.
— 35 para ser más exacta – dije sentándome junto a él.
—Si, no sé cómo voy a poder decidir cuál es la correcta.
— Maxon – dije tomando sus manos – debe haber alguna que valga la pena y tú sabrás cuál es, sabes, llevo aquí unas 2 semanas y en ese tiempo pude desmentir todo lo que creía de ti.
— ¿Y que creías de mi?– preguntó alzando la cabeza.

Gracias por jugarme otra mala pasada subconsciente.

— ¿La verdad?– él asintió – creía que eras un niño mimado, un príncipe pomposo, totalmente cuadriculado, mandon y creido.

Solté todo de una buena vez, ya que estas cosas son como las banditas, hay que jalarlas de un solo, nunca creí que fuera tan liberador decirle todo eso, pero al contrario de lo que creí iba a pasar, se empezó a reír y yo me tape la cara con las manos.

— Estoy despedida, soy una 8 — lloriquee mirándolo mientras se reía como si le hubiese contado un gran chiste.
—No,– dijo el calmando su risa.— ¿que te hacía creer eso?–preguntó recostándose en la pared.
— El report, desde fuera te vez así—dije con la imitación exagerada de un soldado, lo que hizo que volviera a reírse — no te rías. — Me queje dándole un pequeño golpe en el hombro —porque mejor no me dices qué hacemos aquí.
— Ya, — respiro profundo calmándose — tú dijiste que no entraste a la selección por gusto – yo asentí despacio – pues te quiero mostrar cómo se vive estando en la selección. — mi cara de extrañeza, debió ser monumental porque continuó – te presento a Mary, Anne y Lucí,– dijo mientras 3 chicas salían de un pequeño cuarto que había en un costado — ellas son las encargadas de volverte toda una seleccionada — me informó mientras aguantaba una risa.
— ¿Maxon qué haces? – murmure confundida.
— Mostrándote que tal es el ser una seleccionada — y antes de que pudiera protestar me chistó — chicas, – les llamó a las señoritas que tenía atrás mientras se acercaba a la puerta – toda suya– fue lo ultimo que dijo antes de salir por donde habíamos entrado minutos antes dejándome ahí con ellas 3.

Quería matarlo, ¿como se supone que me deje aquí? con extrañas, sin yo saber que está pasando.

— Buenas tardes señorita– dijo una de las chicas que estaban en frente mío— mi nombre es Anne, ella es Mary– dijo apuntando a la chica de su derecha – y ella es Lucy–  señaló a la chica de su izquierda — nosotras somos las encargadas de convertirla en una seleccionada. — mencionó lo último aguantando una risita.
— Chicas,– empecé a decir,– gracias por la oferta, pero yo pasó
— No puede hacer eso— negó Lucy.
— Tenemos órdenes específicas del príncipe de no dejarla salir hasta que se vea como toda una seleccionada.
— Chicas ¿creen que pueden evitar que salga? — pregunte divertida
— Quizás ellas no,— dijo una voz a mis espaldas — pero yo si— me di la vuelta y encontré a Roger mirándome con una gran sonrisa.

¿Se acuerdan que les dije que Roger me caía bien? pues retiro lo dicho.

— Señoritas es hora de comenzar – informó Anee indicándole a Roger que saliera, y apenas este los hizo, las 3 chicas se abalanzaron sobre mi.

FUERA DE ELECCIÓN Where stories live. Discover now