Campamento Zodiacal

●Capítulo 5: New York-New Bree●

B R E E

Nueva York, nueva ciudad, nueva vida, nueva Bree. Todo era extrañamente nuevo para mi, dejar de ser la reina en la escuela para convertirme en una persona madura era difícil pero bueno, es decir, me encantaba caminar por los pasillos y tener el control de todo, pero en mi interior sabía que era tóxico, no estaba bien intentar caerle bien a todo el mundo, no estaba bien batallar con cualquiera que se interpusiera en mi camino y principalmente no estaba bien creerme mejor que los demás por el simple hecho de tener una corona en la cabeza. Lo único que extrañaba de verdad era pasar tiempo con mi madre, Luke y Alex, ellos eran mi salvavidas, siempre que estaba tirste recurría a ellos, a mi família. Aunque en mi nueva ciudad tenía la oportunidad de ser una persona totalmente diferente, de arrancar la página y volver a escribir una nueva, sin errores.

Llegué a Nueva York una hermosa mañana, el aire primaveral se sentía muy bien.

Una vez que el taxi frenó frente a mi nueva residencia, diversas sensaciones recorrieron mi cuerpo. Una de esas sensaciones era terror, tendría que compartir mi nuevo hogar con completos desconocidos.
Tomé mi equipaje y me dirigí hacía la entrada de mi departamento.

—Hola ¿hay alguien? Soy Bree —dije pero no obtuve ninguna respuesta. Era la primera en llegar.

Me encamine hacía mi habitación y comencé a desempacar mis cosas. De repente sentí un ruido a mis espaldas, me giré para ver si había alguien pero nadie se encontraba allí, seguí con mis cosas pero al instante volví a escuchar aquél ruido.

—¿Hola? ¿¡Hay alguien aquí!? —grité.— ¡Porque juro que si es una broma, sea quién seas te asesinaré!

—¡Que carácter! —apareció un muchacho detrás de mi provocando que un grito se escapara de mi boca. Mi instinto depredador se activo al instante tomé un paraguas que era el objeto que tenía más cerca y le di un fuerte golpe en su cara, por consecuencia el chico cayó al suelo.

—¡Lo siento, déjame ayudarte! —exclamé una vez que cai en cuenta que se trataba de una persona inofensiva. Le extendí mi mano.

El me miró con los ojos achinados y luego tomó mi brazo reincorporándose.

—Soy Bree —me presenté.— Lo siento, una vez más.

—Michael —sonrió.— Descuida, ya pasó.

¡Mierda! si que era lindo, ojos verdes y cabello castaño con la cara cubierta de pecas. Me tuve que obligar a mi misma a dejar de imaginar mi futura boda con aquel muchacho. ¿Qué les puedo decir? Siempre fui una persona dramática.

—Siento haberte asustado, a veces olvido que existen los paraguas.

Su comentario me hizo reír.

—¿Qué te trae por aquí? ¿Compartimos habitación o sólo quieres coquetear? —pregunté honesta, demasiado honesta.

En su cara de asomó una pequeña sonrisa y esquivó mi mirada.

—Compartimos habitación, pero tu y mi hermana estarán de ese lado —dijo apuntado hacia el lado izquierdo.— Y yo por el otro.

—¿Tu hermana?

—Sí, ella salió a compar algunas cosas, seremos tres aquí, tranquila se llevarán bien, Roxy es buena onda.

—Eso espero —respondí.

—Dime Bree ¿de dónde eres?

—Vengo de Los Ángeles.

—¿Por rayos estás aquí entonces? Me refiero, Los Ángeles es de otro mundo, tienes todo allí.

—Nueva York es la ciudad donde los sueños se hacen realidad ¿no? Además Los Ángeles claramente no era mi cuidad ¡Demasiados niños mimados!

El sonrió, creo que lo hizo porque yo lucía exactamente como una.

Al segundo se escuchó la puerta abrirse y al acercarnos, supimos que Roxy había llegado, supuse que era ella por el increible parecido que tenia con Mike.

—¡Hola, hola! —sonrió de oreja a oreja y me abrazó bruscamente.— ¡Tu debes ser mi nueva compañera de cuarto!

Michael al ver mi cara de susto me miró apenado y se rascó el cuello.

—Lo siento, venimos del campo, allí no hay muchas personas.

—¡Discúlpame! —gritó Roxy que volvió a abrazarme al segundo de haberme soltado.— A veces soy muy torpe con los desconocidos.

—¡Descuida, no pasará nada en cuanto no vuelvas a hacer eso! —la tomé por los hombros.— Relájate Roxy.

Ella asintió y se alejó un poco.

—¿¡Quieren hacer algo divertido!? —preguntó gritando la morocha y nuevamente recibió una mirada alarmante de su hermano.

Si analizabas la situación era muy graciosa, yo, Bree Robertson, la reina de las perras, compartiendo hogar con un chico mal herido por un paraguas y una chica con pocos circuitos en su cabeza, sin dudas iba a ser un año interesante.

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—Canción de multimedia, New york de Ed Sheeran🗽
—Bree en multimedia.