—¿¡Eso significa que no tienes mi dinero!? —preguntó alterada.

—No señorita Lucy, pero juro que pronto lo tendremos y le... —la volvió a interrumpir y apreté los puños a mis costados.

—¡Yo no doy muchas oportunidades Rose, ya les he dejado pasar el mes anterior! —exclamó—. ¡Quiero mi dinero de los dos meses para pasado mañana como mucho o los sacaré de aquí! —mi madre y yo jadeamos al mismo tiempo.

—N-no tendremos el dinero para dentro de dos días —dijo mi madre y me sentí horrible al ver como las lágrimas caían por sus mejillas con más fuerza.

—No es mi culpa —dijo la bruja y se subió a la carroza—. Nos vemos en dos días —sonrió de forma malévola y segundos después comenzó a irse.

—¿Qué haremos? —preguntó mi madre mirándome desesperada y negué con mi cabeza sin saber que decir.

—No lo sé —sollocé—. Entremos —dije y rápidamente entramos a la casa.

¿Cómo haríamos para tener el dinero que no pudimos juntar en dos meses? Esa mujer es muy malvada, ella no tiene idea de todo lo que estamos haciendo nosotros para intentar pagarle. Ojalá la vida le devuelva todo esto que está haciendo.

—Buscaremos una forma de salir de esto —dijo mi madre sentándose frente al vestido nuevamente.

Ella siempre era muy positiva, pero yo era muy negativa y creo que no tenemos escapatoria de esa mujer. Ojalá alguien nos mande un milagro, pero no lo veo muy posible.

Me encantaría ir al pueblo para pedir ayuda, pero todos están en las mismas o en peores condiciones que nosotros. No hay mucha solución aquí, no tendremos otra alternativa que irnos de la casa.

{...}

Nos encontrábamos los cuatro comiendo sentados en la pequeña mesa de madera. Mi madre compartía su plato con mi padre y yo con mi hermano, ya que aquí la comida era muy escasa.

La mesa quedó en completo silencio luego de que mi mamá le contó a mi padre lo que sucedió hoy con la señora Lucy. Sus rostros se notaban caídos y no había buena vibra como siempre, hoy se notaba la tristeza. Cada uno estaba sumido en sus pensamientos, yo intentando pensar una opción para poder salir de ésta, y mis padres supongo que igual.

—¡Ya sé lo que podemos hacer! —gritó James, mi hermano.

—No hay mucho que podamos hacer hijo —suspiró mi padre—. Pero ya encontraremos algo, tú no te preocupes —intentó sonreirle, pero sólo salió una mueca que me rompió el corazón.

—Podemos hablar con éste hombre que es muy poderoso y que cumple deseos a cambio de algo —dijo y mi madre rápidamente puso su rostro preocupado.

—¡No! —exclamé sintiendo el miedo recorrer mi cuerpo—. No es una buena opción —negué con mi cabeza.

—Claro que lo es —dijo él mirándome mal.

—No Jam... —mi madre fue interrumpida por mi hermano.

—¡Espectro Justin Bieber, ven aquí! —exclamó él y mis padres gritaron horrorizados.

Antes de que pudieran decir algo más, una sonora y ronca carcajada se escuchó detrás de nosotros haciéndonos sobresaltar. Me volteé rápidamente y me encontré con Justin Bieber, mejor conocido como el espectro, sentado en la mesa de coser de mi madre.

Él llevaba un traje puesto, como si fuese una ocasión especial. El espectro normalmente usaba una vestimenta muy característica en él, pero hoy no era asi.

—¿Así que alguien de ustedes me ha invocado? —preguntó con una sonrisa de costado en su rostro y se levantó de la silla.

Caminó hacia nosotros y comenzó a rodear la mesa con un andar muy elegante. Sus pisadas retumbaban en el suelo de madera. Cuando paró frente a mí, me miró detenidamente por unos segundos y luego sonrió.

—Mira a quien tenemos por aquí —dijo y juntó sus manos—. Querida Joanne.

¿Cómo sabía mi nombre? Ja, que idiota Joanne. Él es el espectro, lo sabe todo.

—¿Ustedes se conocen? —preguntó mi padre.

—Eso no es de su incumbencia señor —respondió Justin y retomó su andar—. Así que alguno de ustedes me ha llamado, ¿qué es lo que necesitan? —preguntó parando a un lado de mi padre—. Supongo que no tengo que aclarar que todo tiene un precio —continuó.

—C-claro señor —dijo mi madre.

—Nosotros necesitamos dinero para pagar el mes anterior de alquiler y éste mes. La dueña de la casa ha venido a apurarnos y si no tenemos el dinero en dos días, nos echará —explicó mi madre y Justin asintió.

—Entiendo —dijo y en menos de dos segundos apareció en una punta de la casa—. Yo les daré ese dinero, pero sólo si ustedes están dispuestos a darme lo que yo quiero.

—L-lo que sea señor —dijo mi madre y Justin comenzó a caminar a paso lento.

—Lo que yo quiero como pago, es a su hija. Quiero llevarme a Joanne conmigo —dijo y me ahogué con mi propia saliva.

—Señor, eso no es algo que... —mi padre fue interrumpido por el señor Bieber.

—Ustedes quieren ese dinero, yo me llegaré a su hija —dijo él y mi corazón comenzó a latir desbocado.

¿Qué tenía que ver yo en esto? ¿Por qué tengo que ir con él?

—Mi hija no será nuestro pago hacia usted, no necesitamos su ayuda —dijo mi padre y pude notar la decepción en su rostro.

Suspiré pesadamente y cerré mis ojos queriendo desaparecer de aquí para irme a llorar por la angustia contenida. ¿Qué debo hacer? ¿Dejar que nos echen de aquí o irme con el señor Bieber?

Mi familia era mi todo y siempre hicieron todo por mí, que yo me sacrifique por ellos estará bien. Yo me terminaré yendo con ese hombre, pero al menos mi familia seguirá teniendo un hogar.

—Acepto —dije y me levanté de mi asiento.

Justin me miró con una sonrisa en su rostro y se acercó a mí. Miró a mi padre y apretó su mandíbula mientras lo miraba.

—Ya la ha escuchado. Usted tendrá su dinero y yo tendré a su hija.

—¿¡Qué!? —exclamó mi padre y se levantó de su silla—. ¡No, mi hija se queda aquí! —exclamó y suspiré mientras me acercaba a él.

—Oye, no es nada. Yo me iré con él y ustedes seguirán teniendo un techo, no te preocupes padre. Esto es una manera de agradecer todo lo que han hecho por mi —dije y lo abracé.

—Aw, cuánto amor —dijo Justin con sarcasmo—. Es hora de irnos.

—S-si —dije muerta de miedo.

Mi cuerpo temblaba por completo. Lo que menos quería era volver a ver a éste hombre, y ahora terminaré yéndome con él. Estos son sacrificios que hace una persona por una familia cuando los ama con todo su corazón.

—Adiós madre —dije y la abracé fuertemente. Ella lloraba en mi hombro pero no decía nada.

—Te amo pequeña —besó mi frente.

Luego saludé a mi hermano y me paré al lado del señor Bieber, quién tenía una gran sonrisa en su rostro.

Con un simple movimiento de manos, una gran cantidad de oro apareció sobre la mesa haciéndome jadear. Con eso pagarían más de dos meses.

—Un placer haber hecho un trato con ustedes —dijo Justin y tomó mi mano, la cual no dejaba de temblar—. ¿Lista? —preguntó.

—No —negué mirándolo mal.

—Nos iremos igual —rió sonoramente y quise llorar fuerte.

Yo no quería irme, quería quedarme aquí siendo feliz con mi familia. Pero de ahora en más tendré que acostumbrarme a mi nueva vida junto al maldito e idiota espectro.

Specter ➵ j.bWhere stories live. Discover now