Capitulo especial 1: La fiesta del demonio

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-Padre lo siento, sólo invité a unos chicos que parecían interesados en el negocio -se disculpo el joven -Ellos mal interpretaron el asunto y fueron invitando mas y mas gente.

-No me importa quien fue el idiota que hizo las invitaciones, has que se vayan antes de que lleguen mis socios.

Jason guardaba toda la información que escuchaba.

-No puedo hacer eso padre, no tengo idea de como hacerlo.

El hombre iba a contestar cuando una joven con muy poca ropa salió de una de las habitaciones con un sobre, se acerco al padre del chico y se lo dio.

El señor abrió el sobre y leyó la nota.

-Ya están aquí los socios, vienen a comprar millones de euros en mercancía y tu con tu estúpida fiestecita.

-¡William! Amigo -dijo uno de los hombres saliendo de la misma puerta por donde había salido la chica. -Pero que fiesta la que organizaste para tapar la transacción.

Padre e hijo miraron al hombre sorprendidos.

-Claro, la idea se me ocurrió de repente -habló William dándole un codazo a Maximilian que lo miraba como si lo fuese a estrangular.

-Bueno, vamos a ver esa mercancía -dijo el hombre mientras dirigía una mirada lasciva a la joven que había entregado el sobre -Muero por comprobar su calidad.

-Pues vamos.

Los tres caballeros entraron a la habitación de antes seguidos de cerca por la chica.

Tal vez era el alcohol, peor Jason tenía miles de ideas sobre negocios ilegales que podrían estar haciendo esos hombres, inspirado por una valentía alcoholizada decidió seguirlos.

Tratando de no hacer ningún ruido se infiltró en la habitación, que gracias a un poder divino tenía un mueble tapando la vista a la puerta.

Vio a varios señores sentados en sillas al rededor de lo que parecía una pasarela, la chica que había llevado el mensaje subió a ella y empezó a decir números de lote.

-...Empezaremos la subasta de este lote en cien mil euros -dijo cuando una joven no mayo de quince años salio de una cortina vestida unicamente con ropa interior y empezó a desfilar por la pasarela.

No podía creer lo que veía, Jason estaba a punto de ir a golpear a todos los hombres en la sala pero se contuvo y siguió esperando un buen momento para llamar a la policía.

Los hombres empezaron a subastar por la chica y William solo miraba.

-Vendida en quinientos mil euros al señor amarillo -dijo la chica que llevaba la subasta.

-Lote número 1782, este lote tiene un precio inicial de un millón de euros. -entonces una pequeña niña salió de la cortina, no pasaba de los diez años y eso no les importaba los viejos verdes que la miraban queriendo comérsela.

Jason se sintió asqueado, lo hombres gritaban sus ofertas, nadie parecía querer dejarla ir con otro.

-Es de las mejores subastas que has hecho Bennet -dijo uno de los hombres a William cuando hubo ganado a la niña.

Los hombres no se llamaban por sus nombres, tenían códigos de color, salvo William Bennet, ninguno parecía conocer a los demás.

-Gracias Verde, es un honor que sigan confiando en mi para comprar su mercancía.

-Desde la chiquilla diamante no había visto tan buena mercancía.

-Esa niña resultó un dolor de cabeza -habló Bennet -Aún no logramos localizarla.

-Es una verdadera lástima -dijo otro hombre identificado como azul -Era de tus mejores rentas.

-La traeré de vuelta, ya verán. -el hombre se giró hacia su hijo y le grito -Maximilian, ve por coral y que nos traiga unos tragos a todos.

El joven se levanto de su asiento fastidiado, el también estaba disfrutando del show, camino hasta la puerta y Jason entró en pánico.

Se escondió tras el mueble que estaba cerca y rezo a mil santos para que no lo hallaran.

En cuanto vio al hijo de ese monstruo salir, lo siguió.

No dudo ni un minuto y saco su móvil para llamar a la policía.

-¿Qué demonios crees que estas haciendo? -dijo Max tomando su brazo y arrebatándole el aparato. -¿Quieres morirte?

-Son unos malditos delincuentes, deben estar tras las rejas.

-Tú no harás nada, no llamarás a la policía y te irás en este momento de mi casa, o llamaré a mi padre, le diré quien eres y tú junto con toda tu familia desaparecerán del mapa.

-No puedes, no sabes quien soy.

-Jason Black, estudias una maestría, tienes un hermano que estudia en Columbia y una hermana en el instituto.

-¿Cómo...

-Te vi entrar a la habitación y me puse a investigar, sabía tu nombre por que estudiamos en la misma universidad, peor al parecer eres un niño rico de Nueva York y tu nombre arroja miles de resultados de tu familia en Internet.

Jason se quedó helado, no podía hacer nada.

-A mi padre ya lo busca la policía en Estados unidos, no harás que tengamos que irnos de aquí también, así que ahora saldrás de aquí, y jamás volverás a molestar.

Jason temía por su familia y solo asintió muy enojado, no podía hacer nada, así que se fue de la fiesta, sus amigos ya lo esperaban en el auto, pero al ver su cara ni siquiera preguntaron por que había tardado mas de lo acordado.

No volvió a saber de Maximilian Bennet y su padre, no al menos hasta varios años después, cuando lo vio en una reunión de negocios.

Pero esa es otra historia.

Lady EscarlataWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu