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Scarlet estaba agotada, había pasado el día entero en citas con potenciales clientes para la marca de Sekemoto, los había logrado convencer de ir a la presentación de la nueva campaña.

Llegó a su casa y fue directo a tomar un café, había recibido una llamada de Max invitándola a salir ese mismo viernes, y algo tentada para averiguar más sobre él, había aceptado.

Entró a su recamara para cambiarse y vio a su hermana hojeando una revista con Mico sobre las piernas.

-¿Qué tal estuvo tu día? -le preguntó a Kayla.

-Pues, aquí enjaulada, creo que fue uno de los mejores de toda mi vida -contestó la chica con notorio sarcasmo.

-Pronto se arreglaran las cosas y podrás salir como la gente normal.

-Créeme de eso estoy segura -sonrió levantando sus ojos de la revista -¿Vas a salir?

Scarlet estaba sacando un par de vestidos de su armario.

-Si, tengo una cena de negocios -mintió, al parecer era algo común en su familia, así que por que ella no podía decir una mentirilla piadosa.

-Negocios en viernes, eso si que es vida.

-Bueno, tengo que cerrar un trato y fui invitada a una cena, no es nada extraño.

-Si tú lo dices. -Kayla regresó su vista a la revista y habló con algo de desinterés-Si quieres mi opinión, el rojo le va a encantar.

-¿Tú crees? -habló Scarlet sonriente.

-¡JA! Te descubrí, tienes una cita. -saltó Kayla de la cama señalándola victoriosa.

-No es una cita -se sonrojó. -Es solo una cena.

-Bueno, aún así el rojo nos va bien y si te lo pones con esos gucci que vi en el vestidor.

-De acuerdo, vestido rojo y gucci.

Scarlet dio un asentimiento y se metió a su vestidor para empezar a cambiarse, se sentía bien tener a alguien que le ayudara a elegir su ropa, que le diera consejos y que entendiera cosas que sus hermanos por mas que trataran nunca entenderían, siempre quiso una hermana y ahora la tenía, en cuanto arreglara el asunto con Max y descubriera un talón de aquiles para su padre, liberaría a su hermana y le ayudaría a tener la vida que siempre debió tener.

Terminó de cambiarse y solo se retoco un poco el maquillaje, le había dicho a Max que lo veía a las 9 en el restaurante, no quería que Kayla los viera irse juntos, también debía recordar la visita que hizo a su apartamento, para no dejar en descubierto a su hermana.

-Listo, ya me voy. -le habló a Kayla que había vuelto a su revista. -No se a que hora llegaré pero no me esperes despierta.

-Si mamá -dijo Kayla y amabas rieron -Suerte con tu chico.

Scarlet puso los ojos en blanco y salió hacia la cita con Max, esta ve habían elegido un restaurante un poco mas lejos del centro de Manhattan para evitar ser encontrados por alguien conocido.

Llegó a la hora exacta y una hostes la dirigió a la mesa donde ya la esperaba Maximilian.

-Buenas noches bonita -él se levanto y dejó un beso en su mejilla -¿Cómo estas?

-Hola Max -le sonrió y ambos tomaron asiento -Estoy muy bien, ¿tú?

-Mejor ahora que te veo, tenía muchas ganas de hablar contigo y el otro día en tu apartamento, no quisiste ni tocar el tema de lo que pasó con Jason.

-No tenía cabeza en ese momento para hablarlo -dijo la joven excusando a Kayla -Pero, ahora si quiero que me expliques que problema tiene mi hermano contigo.

-Nos conocimos en Europa, mi papá y yo viajamos un tiempo y yo terminé mi carrera allá, conocí a tu hermano mientras él hacía su maestría.

-Eso ya lo sé, pero ¿cuál es el problema?

-Bueno, mi padre tenía un negocio en esos momentos y en alguna de sus fiestas invité a varios conocidos de la universidad, ellos a otros y así se fue colando gente que no conocía, entre ellos tu hermano.

-La fiesta no estaba diseñada para tantos universitarios ebrios y se salió de control.

Scarlet prestaba completa atención a su historia, estaba segura que el negocio que mencionaba Max era la prostitución de varias chicas.

-La fiesta se salió de control -continuó Max -Alguien llamó a la policía y mi padre tuvo serios problemas, por que había un par de cosas que no eran legales en la fiesta.

-Tu hermano pensó que también era cosa mía, y que yo estaba coludido con mi padre para enganchar universitarios ricos en su negocio.

-Hablas y hablas de un negocio, peor no me dices cual es, ¿vendían droga? ¿son narcotraficantes? -Scarlet sabía que no era eso, pero no podía ser tan obvia, tenía que ir con cuidado.

-No, es algo de lo que yo no estaba enterado pero no tiene importancia, solo debes saber que por eso tu hermano no te quiere cerca de mi y lo entiendo, pero no puedo alejarme de alguien como tú, eres lo más cercano a la perfección Scarlet y eres única, no hay dos como tú.

Scarlet no se sentía segura, Kayla no dijo que él estuviera involucrado en el negocio y el mismo Max acababa de aceptar que no sabía nada, ¿Podría confiar en su palabra?, eso lo averiguaría mas adelante.




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Lady EscarlataWhere stories live. Discover now