Capítulo 12.

154 4 2
                                    

Y apareciste como la brisa de verano, esa alegría que se había perdido y que ha regresado.

***

—Oh... mi nombre es Je Sang—sonreí un poco avergonzada.

—Un gusto conocerle señorita— Y seguía con esa sonrisa encantadora.

—Gracias igualmente, yo solo buscaba un expendedor de café y me encontré con estos angelitos.

—Oh ya veo ¿Debería acompañarte a la máquina?— yo asentí.

—Gracias— él me siguió.

Caminamos sobre el pasillo.

—¿Puedo preguntar que te trae aquí?

—Mi madre está haciendo unos estudios, al parecer tiene cáncer, pero queremos descartarlo o prepararnos.

—Oh ya veo, espero que todo salga bien.

—Gracias.

Llegamos a la máquina de café y le invité un café, había sido muy amable al acompañarme.

—¿Quiere un café?— él no dejaba de mirarme con sus sonrisa encantadora.

—No me hables de usted, me siento viejo.

—Oh lo siento.

—Solo dime Max.

—Está bien... Max— sonreí apenada.

Caminamos de regreso a la sala y una enfermera lo llamó al parecer tenía un paciente, él se despidió de mí.

—Siempre es un placer encontrarse aquí a mujeres tan bonitas, espero que tu madre este bien. Y si volvemos a vernos espero que no sea aquí no me gustaría que pasarás por algo como esto. Eres bienvenida para visitar a los niños cuando gustes. Solo me gustaría verte de esa forma en el hospital— Se alejó agitando su mano y sonriendo aun, me había contagiado un poco de su ánimo.

Yong Hwa apareció después de unos minutos.

Y esperamos más de cinco horas, hasta que el doctor salió, ambos entramos al consultorio, mi corazón latía rápido, comencé a tener un miedo indescriptible.

—Siéntense por favor— Yong Hwa y yo nos acomodamos —el cáncer está alojado en el estómago...— sentí como si miles de cuchillos me atravesaran, Yong Hwa lo notó y tomó mi mano en señal de apoyo, lo mire y no pude evitar derramar lágrimas.

—¿Qué tan avanzado está?— él preguntó, yo no tenía cabeza para nada con esa noticia.

—Vamos a operar en dos semanas, y entonces veremos qué tan invadida está y si podemos remover o solo mandar a quimioterapias para hacer llevadero el cáncer.

—Entonces ¿Ella se quedará aquí o podemos acondicionarle un lugar en casa?, haremos lo que sea necesario— Yong Hwa parecía desesperado y supe que le dolía esta noticia, de alguna forma me sentía apoyada por él.

—Por ahora le mandaré una dieta blanda y ella podrá descansar en casa hasta que lleguen esas dos semanas, después decidiremos que hacer.

—Está bien doctor, haremos todo lo que se deba hacer.

Salimos del consultorio, yo no pude aguantar más y comencé a llorar, y él sólo me tomó en sus brazos, su abrazo era reconfortante y lloré todo lo que pude, me aferré a él, a ese momento en el que no me importaba nada, ni mi orgullo, ni mi dolor, ni todo lo que había pasado, ¿Qué tanto iba a sufrir mi madre? ¿Cómo se sentiría mi padre al saber esta noticia? ¿Mi madre alcanzaría a conocer a su nieto? Tantas cosas pasaban por mi cabeza, me sentía en un callejón sin salida.

¿Amor Unilateral?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora