Runaway [One Piece]

Cómo comenzó toda esta mierda

—Lindra o Arcathya, o continuamos con el rumbo—explicó Nami.

Luffy se quedó unos segundos pensativo mientras se decidía por una respuesta, se giró hacia donde se encontraban sus compañeros.

—¡Vamos a Arcathya!

Deslizó su mirada castaña sobre las casas de madera y piedra, las chimeneas expulsaban humo que se unía con las nubes invernales del cielo. Todo parecía en paz, al menos por ahora, no había visto ningún barco pirata en puerto, pero también estos podrían haber escondido sus embarcaciones en otras zonas de la isla. Por lo que de igual forma debía estar atento y que ninguno de esos rufianes se largase de la isla sin echarles el guante y meterles en los calabozos del barco de la marina.

Se giró para mirar hacia el resto de la tripulación, los hombres del G-5 estaban bajando del navío y algunos de estos llevaban esquíes y raquetas para poder moverse por la gruesa nieve del suelo. Su mirada se posó en Tashigi quien estaba comprobando todos los alimentos y materiales que debían comprar para poder seguir viajando. Esta había sido una parada de emergencia para obtener víveres y materiales para arreglar una parte del barco que había sido dañado en una reyerta. Frunció el ceño y comenzó andar hacia calle arriba para buscar las tiendas adecuadas.

Estaba caminando por una de las calles, cuando escuchó como algunos de sus hombres se quedaban parados mirando un gran palacete de ladrillo, sus numerosas chimeneas estaban encendidas, parecía que algo de importancia se cocía dentro de la mansión.

—He oído que una de las hijas del noble que vive en la casa se va a casar—comentó uno de los marineros.

—Lástima que solo tengamos a Tashigi-chan en nuestro barco—suspiró otro con decepción dejando caer los hombros.

Smoker ignoró los comentarios de sus subordinados y frunció el ceño al ver como alguien de rostro conocido cruzaba la calle que estaba delante de él a un par de metros. La persona se quedó quieta en medio de la calle empedrada y buscó con la mirada algo, se topó con el vice-almirante y la chica alzó las cejas para después juntarlas, ella tiró de una de las esquinas de sus labios con un pequeño temblor, dio un par de pasos hacia atrás. El marine se puso en guardia dispuesto a perseguir a la ladrona, pero lo que hizo ella a continuación le confundió: la chica no huyó, corría hacia él como haría un tigre con su presa. Pero todavía más le desorientó cuando ella no le atacó, sino que estiró sus brazos y pegó su cara contra su torso. Notó como la chica tiritaba de frío y sus dientes castañeteaban, sus pequeñas pero hábiles manos de saqueadora estaban en su espalda debajo de su chaqueta. Smoker escuchó a sus hombres exclamar de sorpresa y de excitación. Él estaba a punto de tomar el mango de su arma para estamparlo en la cara de (Nombre) cuando ella alzó la mirada y frunció los labios con desagrado.

—Tú no me sirves—dijo antes de dar un salto y apartarse del marine e inclinarse hacia un lado para observar al G-5.

A continuación, (Nombre) sonrió y corrió hacia la capitana Tashigi quien observaba a la chica con perplejidad, la espadachina sin poder hacer nada se limitó a observar como (Nombre) desató la capa rosácea que cubría a la marine y se coló entre la capa y la mujer, anudó la capa y (Nombre) abrazó a Tashigi tal cual había hecho con su superior.

El G-5 exclamó todo tipo de cosas tanto de sorpresa como de excitación, a los oídos de Smoker llegaron unos: «¿Pero qué hace esa loca?», «¿La conoces de algo Smo-yan?», «¡Uooh! ¡Esto es el cielo!». El Cazador Blanco apretó la mandíbula, desenvainó su arma dando una zancada donde se encontraba (Nombre) abrazando a una desorientada Tashigi. Ella podía oír de los labios de la ladrona un: «Qué frío, qué frío, qué frío». (Nombre) vestía con una camiseta de tirantes y unos simples pantalones cortos vaqueros además de unas botas altas. La marine podía entender hasta cierto punto el comportamiento de la chica.

—¿Qué estás tramando, (Apodo)?—preguntó Smoker con los ojos entrecerrados.

—Tan... Tan solo tengo frío, joder. Necesito una pequeña dosis de calor para poder llegar al motel—respondió (Nombre) castañeteando.

De la nada, en la calle paralela hubo una gran explosión seguido de un estruendo, una bola de fuego y humo oscuro ascendió sobre sus cabezas, Tashigi alzó los brazos para taparse la cabeza como el resto del G-5.

(Nombre) aprovechó ese momento de confusión seguida por los gritos y numerosas personas corriendo en todas las direcciones asustados, para agacharse y escapar del calor de la capitana, dio un par de pasos hacia atrás sonriendo suavemente. Por el rabillo del ojo pudo ver como algo se acercaba ella a gran velocidad y dio un salto hacia un lado y se giró para ver a un Smoker muy cabreado. Ella esbozó una sonrisa más grande y alzó su mano y en esta cayó un monedero redondo lleno de billetes y monedas de un tono azul pálido con pequeñas flores de cerezo.

—Nunca te fíes de las manos de un ladrón—dijo (Nombre) alzando su mano para lanzar un beso a la cartera y guiñarle un ojo al vice-almirante.

Después de eso, ella corrió calle arriba por donde había venido dejando a unos metros atrás al marine quien mandaba a sus hombres que fuesen a investigar la explosión que había sucedido, Tashigi al mando, mientras él iba tras (Nombre).

(Nombre) recorrió varias calles hasta llegar al hostal donde habían alquilado un par de habitaciones, entró con tranquilidad dentro del edificio para no llamar la atención, en el vestíbulo encontró al recepcionista hablando por den den mushi con agitación. Ella decidió subir las escaleras para llegar a su habitación que compartía con (m/a) para cambiarse por una ropa más adecuada para aquel clima.

Pero la habitación la encontró extrañamente vacía, pues se suponía que ya habían terminado de realizar sus labores. Rápidamente se cambió por unos ropajes más abrigados y salió del hostal con un ojo puesto en todos los lados por si el Cazador Blanco volvía a encontrarse con ella.