Runaway [One Piece]

Cómo colarse en un barco de la marina

¡Hola! ¿Qué tal estáis? Aquí hace un tiempo de perros, lluvioso, espero que donde me leáis haga mejor tiempo. Hoy traigo nuevo capítulo. Este es muy divertido, espero que os guste, y como siempre espero que comentéis, que me hace muy feliz. 

A primeras podía ser una mala idea, que podría serlo, no lo negaba. Pero estaba medianamente segura que podría salir viva y libre de aquella situación, pues había estado siguiendo a los marines durante varios días para establecer un patrón que le permitiese colarse dentro del barco del G-5 y robar lo que necesitase.

Había logrado hacerse con un uniforme de recluta de la marina para poder pasar un poco más desapercibida, por lo que ella sabía no había mujeres dentro de ese barco y si aparecía con su ropa habitual levantaría muchas sospechas. Y no le hacía gracia que ninguno de esos brutos del G-5 le clavasen agujas como había oído hablar. El mejor momento para poder colarse era por la mañana ya que la gran mayoría de los marines salían para patrullar y encontrar a algún pirata al que capturar y torturar.

Se cercioró que no hubiese un gran número de soldados en el barco, como mucho diez, a diez podría despacharlos sin armar ningún tipo de alboroto. Se colocó la capa marrón que muchos de los marineros del G-5 llevaban, echó un rápido vistazo a la playa y subió por las escaleras del casco que daban a la cubierta. Se asomó para verificar que no había ningún hombre a la vista y terminó de subir.

Con cuidado se coló donde se encontraban las habitaciones de los soldados de la Armada, recorrió los pasillos en busca de una habitación en concreto, la del vice-almirante, ya que lo que buscaba tan solo se encontraría allí.

Hacía un par de días, como mucho cinco, cuando habían llegado a esta isla, se habían encontrado con varios hombres de la marine, pero estos no les vieron, mientras se escondían pudieron escuchar que habían encontrado un mapa muy interesante que posiblemente podría llevarles a una isla con abundantes riquezas. Eso, obviamente le llamó la atención a (Nombre); sabía que cabía la posibilidad de que esos hombres estuviesen mintiendo, pero si en realidad les habían descubierto en su escondite habrían ido a por ellos, no a charlar sobre un supuesto tesoro.

Por esa misma razón ahora se encontraba en los pasillos del barco de la División 0-1 de la Quinta División de la Marine en Grand Line. Inspiró aire por la nariz, miró hacia los dos lados del pasillo observando que no había ningún hombre a la vista. Apoyó su oreja contra la puerta y no escuchó nada, dubitativa sacó de debajo de la capa un estetoscopio que le había dejado Abe. Escuchó con más paciencia y no logró oír nada. Esperaba que la estancia se encontrase vacía.

Lentamente, casi con parsimonia, tomó el pomo de la puerta y lo giró para poder oír un suave "click" y empujar cuidadosamente para no producir ningún ruido, abrió una pequeña rendija y observó la habitación, parecía que se encontraba vacía. Antes de entrar miró hacia atrás y a las desembocaduras del pasillo y con un sigiloso movimiento se coló en la habitación del Cazador Blanco.

Se quedó quieta mirando hacia el ojo de buey que servía de ventana y por donde entraba la luz matutina, la habitación era simple. Había una cama, un sofá, un escritorio lleno de papeles apilados y bien ordenados y una silla. (Nombre) pasó un rápido vistazo por la habitación recogiendo toda la información posible.

Había carteles de piratas colocados en la pared detrás del escritorio, había algunos tachados con rotulador, por lo que ella supuso que eran aquellos que o bien habían sido capturados o habían fallecido. Alzó las cejas al ver la chaqueta gruesa del dueño de la habitación, seguido oyó como en la puerta que estaba a su derecha se abrió un grifo.

(Nombre) contuvo la respiración sintiendo como un sudor frío le cubría la nuca.

«He estado a punto de que me pille» pensó alarmada—. «Tengo unos cinco o diez minutos para que me pille, para entonces debo haber encontrado el mapa, sino saldré por patas del barco».