Capítulo II

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El primer día del año escolar había empezado y la miss Maribel seguiría siendo la profesora de curso. Los niños compartían carpeta con quien quisieran solo la primera semana de clases, por eso Maia y Diego aprovecharon en sentarse juntos. Los primeros días los trabajos eran simples y con la idea de integración. La miss explicaba el primer trabajo de arte, mientras que ellos (Maia y Diego) jugaban "Tres en línea".

- Los grupos se harán por orden alfabético. - anunció la miss.

Maia y Diego seguían en lo suyo cuando escucharon a la miss, estaban seguros que al ser los últimos en la lista, les tocaría hacer el trabajo juntos como siempre.

- Aliaga Claudia y Álvarez Alejandro, Brown Alex con Carter Hayle... - la miss iba formando los grupos - Bea Hernández y Lisa Jones... - y finalmente Vasco Maia con

- Villar Diego. - dijo Maia con un susurro a Diego.

- Vélez Christopher - mencionó la miss Maribel.

- ¿Christopher? No miss yo soy con Diego. - dijo Maia inocentemente.

- Vasco grupo con Vélez y Villar. Harán el trabajo los 3 por ser los últimos de la lista.

- ¿Christopher Vélez? ¿y ese quién es? - decía Diego mirando a todos lados.

- Sigamos jugando, luego le preguntamos a la miss. - dijo Maia dibujando una X en un lado del papel.

La hora pasaba y el tal Christopher Vélez nunca apareció.

- Bueno, entonces tienen que traer un dibujo libre, lo que ustedes deseen, tamaño de 4 papelotes y pueden decorarlo a su creatividad. Eso es todo niños, pueden salir.

Diego agarró su lonchera y mochila y caminó junto a Maia hacia la miss Maribel.

- Miss, no hay ningún Christopher en la clase. - dijo Maia.

- Claro que sí cariño, sólo que hoy no ha venido. Es un niño nuevo. Pero no se preocupen me pondré en contacto con su mamá. - dijo mientras ordenaba sus papeles. - De todas maneras, les comentaré a sus mamis sobre esto.

(...)

Sara y Lucía quedaron en que los niños harían el trabajo en casa de esta última (mamá de Diego). Diego y Maia jugaban en la sala mientras que sus mamás conversaban en la cocina sobre el trabajo. El timbre sonó y Diego fue corriendo directo a la puerta. En ella se encontraba un niño un poco más alto que él junto a una señora.

- Buenas tardes. - Lucía apareció en la puerta.- ¿Usted es Yenny? Me llamo Lucía, soy la mamá de Diego. - dijo extendiéndole la mano.

- Sí, buenas tardes, él es Christopher. - le dio un pequeño empujón para que saludara.

- Buenas tardes señora. - dijo Christopher sonriente.

- Pasen, por favor, Diego, lleva a Christopher a la sala. - Lucía y Yenny caminaron a la cocina.

- Maiaaaaaaaa, él es Christopher. - gritó Diego llegando hacia donde estaba ella.

- Hola Christopher, soy Maia. - dijo sonriente.

- Ya lo sabe tonta, grité tu nombre. - mencionó Diego.

- No me llames tonta. - dijo sacándole la lengua.

Christopher empezó a reír, Maia lo miró, e inevitablemente también río.

- Tu risa da mucha risa. - dijo Maia aun riendo.

-Niños, vayan pensando el dibujo mientras nosotras juntamos los papeles y traemos las cosas que usarán. - Dijo Sara sirviéndoles soda.

- Podemos hacer de buscando a Nemo, dibujamos a Dori, a los peces del dentista - propuso Maia emocionada.

- Los Rugrats, vacaciones salvajes, la película ha estado súper genial. - dijo Christopher.

- No, Rugrats no, esa película ha sido muy aburrida. - dijo Maia cruzando los brazos.

- Maia, ¿estás loca?, la película de Los Rugrats ha estado muy divertida, a mí no me gustó buscando a Nemo. Los peces no hablan. - mencionó Diego.

- Es una película, tonto, en las películas los animales hablan. - bufó Maia.

- Igual yo apoyo la idea de Christopher, Rugrats. Somos dos, ganamos.

- Ya no te invitaré a mi cumpleaños. - dijo Maia.

- Tu cumpleaños fue hace pocas semanas.

- A mi cumpleaños número 9.

Maia salió molesta de sala con los brazos cruzados y se dirigió a donde estaban las mamás.

- Diego no está invitado a mi cumpleaños 9. - dijo llegando.

- ¿Por qué dices eso? - preguntó su mamá riendo.

- Porque él y Christopher son unos tontos. - dijo enfadada sentándose al lado de su mamá.

- Cariño, ¡esa boca! - dijo Sara con voz pasiva.

- ¿Por qué dices eso Maia? - preguntó Yenny.

- ¿Tú quién eres? - Maia miró a Yenny.

- Soy Yenny, la mamá de Christopher. - dijo sonriente.

- Christopher tiene la culpa, son bobos porque dicen que Buscando a Nemo es una película aburrida y que los peces no hablan. No entienden que hablan porque es una película. -dijo agarrándose la cabeza.

(...)

Después de dos horas de avanzar el trabajo, Maia y Christopher salían con sus mamás de la casa de Diego. Habían acordado regresar al otro día para que terminen el trabajo. Yenny y Sara caminaban adelante y conversaban sobre su reciente mudanza, mientras que Christopher y Maia venían atrás sin hablar. Por un lado Maia, regresaba molesta arrastrando los pies y por otro estaba Christopher quien solo atinaba a soltar pequeñas risas al ver a Maia así.

Christopher hacía 2 semanas que había llegado al lugar y su casa se ubicaba cerca a la de Maia y Diego.

- Adiós Yenny, chau corazón - dijo Sara mientras los despedía con un beso en la mejilla.

- Nos vemos mañana Sra. Sara.

- Hasta luego Sra. Yenny - dijo Maia educadamente con una sonrisa. - No te quiero ver nunca más Christopher Vélez - le dijo enojada.

Christopher le sacó la lengua cerrando uno de sus ojitos marrones - ya lo veremos - susurró y estalló en carcajadas.

Adiós... | Christopher Vélez | -PAUSADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora