Capítulo 1.

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Narra Violet:
Pasé mis dedos por mi costado derecho. Por desgracia ya no podía tapármelo con el pelo, y eso que dicen que el agua del mar viene bien para las heridas, pero la playa de Santa Mónica me había dejado la cicatriz peor de lo que ya la tenía. Aunque sinceramente, California era ahora mi lugar favorito en el mundo.
Alguien entró al baño.
-Cielo, ¿Has acabado las maletas ya? Es para que se las lleve el botones-dijo asomando la cabeza por la puerta. Me acerqué a él y cogí su mandibula. Me encantaba esa parte de él.
-Si, las he acabado. Cálmate un poco, el vuelo no sale hasta hoy por la noche-le dí un beso fugaz y le pasé la mano por el pelo.
-Tu hermana dice que en cuanto lleguemos llamemos.
-Típico de Nat-negué con la cabeza.
-Más que nada porque tenemos que coger el tren a Birmingham al día siguiente, hay que volver a hacer maletas-dijo negando con la cabeza.
-Si, ¿Pero y lo bien que nos lo vamos a pasar qué?-dije mirándole. Me sonrió y me besó la frente. Volví a quedarme sola en el baño. Volvía a casa. Después de pegarme dos meses vagando por California, volvía a Birmingham. Londres se había convertido en la ciudad envenenada. Volví a levantarme la camiseta, y la cicatriz seguía ahí. Ahora tendré que hacer un esfuerzo más grande para ocultarla.

Narra Brad:
-Todo tiene que estar perfecto para mañana así que por favor, no dejes esto-dijo cogiendo mi cámara- por el medio. Se puede llevar un golpe.
-Mamá creí que la época de las broncas ya se había acabado-dije frunciendo el ceño.
-Eso nunca se acaba-dijo sonriéndome.
-¿Pero por qué tanto jaleo para mañana? Nunca te había visto así por una cena familiar-dije pasándome la mano por el pelo. Escuché unos pasos y vi a Andy con Stella en los brazos. Cada día estaba más mayor...
-¿De verdad no te has planteado por qué podría estar tu madre así?-dijo mirándome. Me fijé bien en ella. Le había crecido tanto el pelo... una pena que mi hija no tuviera su pelo, pero por suerte si tenía sus ojos. Su mala suerte había sido sacar los ricillos de su padre.
-Papa-dijo sonriendo, me tendió los brazos queriéndo salir de los de Andy, y la cogí. Pensé en lo bonito que era tener a todas las mujeres que más quería en un sitio tan pequeñito. Mi hija era lo más bonito que me había pasado, y aunque había sido difícil compaginar lo de ser padre con ser estrella del pop, mi vida no podía ser mejor ahora mismo. Aunque para ser honestos, ahí me faltaban dos mujeres. Y aunque mi hermana mayor venía casi cada mes, mi hermana menor había venido cuatro veces contadas desde que se mudó a Londres, la echaba tanto de menos... aunque cuando supe la razón por la que se había ido, no pude enfadarme con ella. Es más, la apoyaba.

*Flashback*
Le dí un puñetazo a la primera pared que encontré por la calle. Me giré a ver a Andy rojo de la furia. Ella estaba asustada. Cogiendo su tripa como si fuera su tesoro, aunque también era el mío.
-¿Lo sabías verdad?-dije pasándome una mano por el pelo.
-Si, pero tienes que relajarte Brad-dijo al borde del llanto. Le di una patada a la misma pared, y otra, y otro puñetazo, y lo único que estaba consiguiendo era hacerme daño a mí mismo.
Respiré hondo y escuché a Andy sollozar. La culpa me comió por un momento. Pero, ¿Como se había ido sin decirme nada? Soy su hermano. Violet es como mi alter ego, no podía irse sin decirme nada. A Londres, se iba a Londres y no pensaba contarme nada hasta a saber cuando.
-Dame una razón. Una sola razón para que se haya ido y no me haya dicho nada-dije acercándome a ella. Se mordió el labio y ví como una lágrima caía por su rostro.
El estómago me dió un vuelco y la abracé.
-Perdóname. Es que no... no sabes la furia que tengo dentro. No me puedo creer que me haya hecho esto...
-No se ha ido por capricho Brad. Lo ha hecho para no estar en peligro ni ella ni nosotros-dijo con un hilo de voz.
-¿Peligro de qué?-dije frunciendo los labios.
-¿Te acuerdas de los mensajes? El accidente... el juicio...-dijo temblando. Asentí esperando lo peor.
-Bien. No han parado. No nos ha dicho nada para no meternos en el problema. Pero nunca ha parado de recibir mensajes Brad. Ella se ha ido porque a cambio de desaparecer de Birmingham, la dejaban en paz-dijo con la voz entrecortada.
-No entiendo. ¿Pero por qué no ha pedido ayuda?
-La última vez que todos lo supimos por poco matan al bebé Brad-dijo mirándome. Asentí.
-Pero... no entiendo. ¿Por eso ha estado en Cheers?-dije atando cabos.
-Si. La amenazaron con hacerle algo a James en algún show si faltaba a Cheers algún día-dijo secándose las lágrimas.
Qué impoténcia.
-¿No se le ha ocurrido ir a la policía?-dije abriendo mis manos.
-Brad. Ha habido un juicio por esto, y mira lo que ha pasado-dijo negando con la cabeza. Mi hermana no tenía salida. Y lo peor es que nadie podía hacer nada. Simplemente dejarla ir y rezar porque tuviera una mejor vida allí, pero estar sin ella... eso iba a ser horrible.
*Fin del flashback*

Ahora lo entiendo todo-dije cortando la conversación entre mi madre y mi novia. Me miraron extrañadas.
-Mañana viene Violet ¿Verdad?-dije sonriendo.
-Bingooooooooooo-dijo Andy levantando los brazos.
-Si cariño, mañana viene Violet-dijo mi madre tocándome la mejilla.
-Pero lo mejor es que no vuelve-dijo mi novia aplaudiendo.
-¿Cómo que no vuelve?-mi hija me comenzó a tocar las mejillas y me puse a hacer caras raras. Comenzó a reir y reimos todos.
-Violet se va a quedar en Birmingham cariño-dijo mi madre sonriendo.
-Espera, ¿Qué? O sea... ¿Va a venir aquí a vivir? ¿Aquí en vuestra casa?
-Si. Tu padre ha estado reformando su cuarto.
-Dios. ¿Va en serio?-dije mirando a Andy. Ella asintió y me sonrió de una forma tan dulce. Me acerqué a ella y la besé.
-Ayyyyyyyyy-dijo Stella. Reímos.
-Viene la tía, Stella-dije mirándola.
-¿La tía?-dijo mirándome con los ojos abiertos.
-Violet, no Nat.
-¿La que, la que tiene, mi, mi nombre?-dijo alargando la última e.
-Si cielo si-dije riendo. Se bajó de mis brazos y comenzó a corretear. Para tener solo 3 años ya estaba tan avanzada. Hablaba casi como un adulto, corría cual Usain Bolt, incluso sabía como poner música en casa ella sola.
-Wake uuuuuuuuuuuup-dijo cantando nuestra canción. Alguien picó el timbre y Stella fué corriendo a abrir.
-Jaaaaaames-dijo tendiendo los brazos. Ví como James la cogía en brazos. Dios. No había caído. James no sabía nada de nada. Y mañana volvía Violet. ¿Mañana ya volvía? ¿Justo mañana? En fin... Stella comenzó a tocarle la cara. Amaba a los chicos pero definitivamente James era su favorito, excluyéndome a mí, claro. Siempre era el que mas la mimaba.
-Mira lo que te he traido-dijo James sacando una piruleta de chocolate de su bolsillo. Mi hija dió un grito ahogado.
-Chocolate-dijo con los ojos brillantes. Le sonrió a James.
-¿Qué se dice cielo?-dije mirando a mi hija.
-Gracias-dijo con una sonrisa traviesa.
-¿Más chocolatinas James? Al final le van a salir caries y ni siquiera le han acabado de salir los dientes-dijo Andy poniendo sus brazos en la cintura.
-Oh mamá no seas aburrida-dijo James riendose y mirándola.
-Si mamá, aburrida-dijo Stella. Andy puso cara de sorpresa y le sacó la lengua.
-Pues mira-dijo mi hija comiéndose la piruleta mientras miraba a mi novia. Negué con la cabeza.
-Nos la estás malcriando-dije mirando a James.
-Es mi función-dijo encogiéndose de hombros- Anne, venía para avisar de que mañana el pastel lo traeremos nosotros. Bueno... mi madre-dijo sonriendo. Mañana era el cumpleaños de James. 22 años. Andy me miró. Sabía que estaba pensando lo mismo que yo. Violet volvía para la celebración del cumpleaños de James... mañana iba a ser un día entretenido.

Scars On Me- James Mcvey. (2ª temporada)Where stories live. Discover now