SUEÑOS FUGACES #GSB2017

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Cuando llegamos a la casa son las cinco de la tarde, me siento muy cansada, mi hermano baja todas las compras que he hecho y las sube a  mi cuarto.

—Jorge te espero en la biblioteca — le digo antes de que suba las ultimas bolsas, mi estómago ruge y hasta ahora me doy cuenta que no he comido nada desde la manzana del desayuno.

Estando en la biblioteca me acuerdo de del espectáculo que he dado en la calle, reviso rápidamente el teléfono, siento un gran alivio de ver que no hay nada que me comprometa sobre el show de esta tarde. A Henri le daría un ataque si pasara por esto otra vez. Aún sigue siendo tema la entrevista y el comunicado de esta mañana. Llamo a Gloria para saber si todo está bien, y con una gran alegría dice que le digo que solo valla una vez a la semana y acepta.
Jorge entra en la habitación y se sienta enfrente de mí en uno de los sillones.

—Para que soy bueno hermanita.

—Sabes que papá tiene armas en la bodega verdad.

—Si lo sé, pero que tienen que ver las armas con lo que quieres hablar conmigo.

Miro a mi hermano pensativamente y una sonrisa aparece en mi rostro, el simplemente cambia de postura cuando ve esa sonrisa.

—A no, ni se te ocurra pedirme que te enseñe a manejarlas ¿Estás loca? Acaso parece poco que dejaras inconsciente a ese tipo con tantos espectadores alrededor.

—Ándale hermanito, enséñame, te prometo que seré una buena alumna.

—A nuestro padre no le gustara nada que te enseñe ese tipo de cosas.

—Mira, te propongo esto. Puedes enseñarme lo básico para manejar este lugar, si ves que no soy lo suficiente capaz de manejar algo así, simplemente me dejas de enseñar, pero si lo consigo, pasamos al siguiente nivel que son las armas ¿Aceptas el trato?

Jorge está evaluando la propuesta muy detenidamente ¿Qué estará pensando? ¿Rechazara la propuesta?

—¿Estas segura que esto es lo que quieres?

—Si estoy segura.

—Muy bien entonces a partir de mañana te levantas a las cinco de la mañana, a las cinco y media estamos terminando de desayunar, para empezar los trabajos.

¡Madre mía, entonces tendré que levantarme a las cuatro de la mañana! es muy temprano, pero no cambiare de opinión.

—Está bien a esa hora nos vemos mañana en el comedor.

Salimos de la biblioteca y cada quien se va a su habitación. Al llegar a mi cuarto, guardo todo lo que he comprado a excepción de una blusa sin mangas cuadriculada negra con blanco que he compadro hoy, también dejo los botines negros y un par de calcetas nuevas y un cinturón negro, también descuelgo mi pantalón negro entubado de mezclilla es mi favorito y por ultimo mi ropa interior negra de encaje, me encanta el negro. Para mi sorpresa papi esta acostado en la terraza, cuando estaba guardando las compras me he dado cuenta que la ropa que he usado en la semana está limpia, tomo una playera holgada unas pantis y un short corto.

Mañana extremare a excepción del pantalón.
Me desvisto y dejo que el agua de la regadera empape mi cuerpo, lavo mi cabello enjabono mi cuerpo, depilo mis piernas, axilas y el bigote. Lavo con más empeño mi rostro por el maquillaje, cuando termino, de limpiar mi cuerpo y quitar todo el resto de jabón, me seco el cuerpo y enrollo mi cabello con la toalla, me visto y me pongo mis pantuflas de Sailor Moon.

Cuelgo la toalla en la puerta corrediza del baño, y salgo otra vez. Prendo la computadora y en lo que inicia sesión, reviso mi dinero para ver cuánto me queda. ¡Jesús! He gastado dos mil pesos comprando, dejo mil en la cartera y el otro mil en un cajón, en mi excursión de hoy no he visto cajeros automáticos, pongo la alarma a las cuatro de la mañana y la programo para que suene todos los días. Dejo los aretes en el alhajero.
Cepillo mi cabello y escribo la historia que inicie bajo los efectos del alcohol, cuando ya tengo sueño me doy cuenta que llevo tres horas escribiendo, guardo lo que he avanzado hoy en el documento,  apago la computadora y trenzo mi cabello. Papi sube a la cama y se acomoda para dormir al igual que su ama.