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Es de un día antes de regresar a Guadalajara ¿Sera esto lo que tanto llamo la atención de Henri? De ser así tiene razón, es bueno, estoy pensando en darle seguimiento, ya hasta tengo el titulo con solo leer unas cuantas lineas. Solo que tengo un poco de miedo de publicar algo así, nunca me había expresado de esa manera, no cabe duda que el alcohol tiene mucho poder. Y si la presa me acosa por escribir algo como eso, perdería mi privacidad, o al menos es lo que pienso.

En lo que sigo pensando que hare con el pequeño texto voy hacia una de las tumbonas y me acuesto ahí con una toalla como almohada, un profundo suspiro sale de mí, y me siento una paz, mientras estoy aquí acostada, alejada del ruido, un contaminado oxígeno, me pongo los auriculares y la canción body heat de Selena Gomes se hace presente, relajándome.


—Niza, niza despierta-

Alguien intenta sacarme de mi sueño, del que quiero aferrarme.

—Niza, hermanita, es hora de despertar, tenemos que irnos.

Me despierto de golpe se me había olvidado que tenía que salir con mi hermano, como se me pudo haber olvidado.

—Dame cinco minutos y me arreglo.

—Todavía no es Artemisa es solo que quiero que me acompañes por unas cosas a la pueblo.

—Eres un cabronazo, también que estaba soñando y me despiertas —digo pegándole un golpe en la pierna derecha.

Mi hermano ríe como un adolescente. Me levanto de la tumbona, pero espero un poco al pararme.

—Vamos niza, apúrate.

—Espera tonto que tengo un calambre en el pie — digo con una mueca de dolor. Cuando ya ha pasado, voy con mi hermano ¿En qué nos iremos Jorge?

—Iremos en la camioneta de trabajo del rancho —me señala una carcacha, que no me da confianza.

—Mejor vamos en mi carro, eso podría dejarnos tirados en la carretera, es más, tú vas a conducir por que yo no puedo, mi bolsa esta en mi cuarto ve por ella.

Simplemente, conduce y toma el volante con fuerza, como si estuviera molesto, pero su rostro no refleja enojo, o a lo mejor tanto dormir me daño la vista.

Llegamos a una pequeña tienda de productos agrícolas, que venden todo tipo de cosas para el campo.

—Hola hermano, necesito todo lo que está en esa lista, de cada uno para ser precisos.

Un hombre de mediana edad, estatura promedio, cuerpo regordete nos atiende. Su mirada va de mi hermano a mí, y me da una sonrisa pícara. Mi hermano me mira y su sonrisa de que ha ganado la partida esta noche hace que me ría. Pero el que nos entrega los productos no es el señor regordete, sino un muchacho que pienso que tendrá al menos unos veinticinco años, saluda a mi hermano.

—¿Cómo te llamas? —pregunta el desconocido en mi dirección.

—Soy Artemisa

—Yo soy Juan el hijo del dueño ¿Eres nueva por aquí?

—Sí, he llegado ayer por un asunto —este hombre tiene un rostro atractivo, pero por lo que he visto su cuerpo no corrió con la misma suerte, solo sus brazos que parecen estar bien.

—Bueno pues, otro día siguen conociéndose, no vemos Juan — dice mi hermano con toda la alegría del mundo.

Al salir dejamos las cosas en la cajuela, para ser un pueblo está muy bien habitado, tiene bares que se ven decentes, cantinas, pero no hay cine, ni boliche, pero si hay varios restaurantes pequeños que se ven acogedores, hay unas cuantas boutique, traje bastante dinero, no sé cuánto tiempo estaré por aquí, pero el tiempo que este, no quiero escatimar en nada, no me considero una persona tacaña.

Soy una mujer de buen comer, pero eso si cuando me enfermo bajo rapidísimo los kilos, tengo un metabolismo rápido y me cuesta trabajo volver a subir los kilos que pierdo.

Para cuando llegamos a la casa son las seis de la tarde tengo justo el tiempo para arreglarme, pero tengo hambre buscare que me puedo preparar en la cocina y me lo llevare al cuarto comeré mientras me arreglo.

Voy directo a la cocina al llegar, me preparo una pasta con champiñones quedaría muy bien con un vino, pero no hay. Así que tomo refresco de naranja y voy a mi habitación. En lo que se enfría un poco busco que ponerme lo bueno que he traído ropa para imprevistos.
Saco pantalones, faldas, vestidos, todo, quiero dar una buena impresión, sobre todo porque es por mi hermano y por mí porque me conocerán hoy.

Después de tanto show para ver que me podre, me decido por una blusa de corset color negro se parece a uno de esos conjuntos que se ponen las mujeres para una noche de intimidad pero nada que ver la mía es una blusa de corset color negra y por encima de la tela tiene encaje, resalta mi busto y los acomoda llega hasta mi abdomen, escojo unos pantalones de cuero negros ajustados junto con mis botas largas negras todo negro me pondré hoy, hasta mi ropa interior será negra.

Como rápido, pongo música y voy directa al baño, tengo justo el tiempo, lavo muy bien mi cabello, depilo piernas, axilas y por último el bigote. Ya que he acabado me seco muy y pongo crema de coco en mis brazos y piernas, siguiendo en ponerme la ropa interior la blusa, y el pantalón. Seco mi cabello y espero a que se le quite la humedad, me hago un moño por lo pronto para maquillarme. Como siempre me pongo crema reafirmante primero y después empiezo a maquillarme.

Media hora después ya con los arete y la cadena color plateada que me he puesto me admiro en el espejo, diga me vanidosa si quieren, pero en pocas ocasiones me he arreglado así. He delineado mis ojos por dentro para ser que se vean más grandes, a la mitad del ojo delineo por encima con lápiz después le he puesto el delineador líquido. He ahumado mis ojos, en mi caso no necesito pestañas postizas ya que las mis están largas y quebradas se ven genial, el iluminador se ve bien, ya por ultimo me pongo un brillo de labios color nude para  no perder el efecto de mis ojos.

Ahora mi cabello, me pongo silica de piña-coco, porque a veces se me esponja, hoy mi cabello esta rizado, plancho mi flequillo y se cómo de película ja ja, bueno solo un poco pero no tanto.

Ya no he sentido molestia en el tobillo así que, quito la venda y me pongo las botas, me pongo más desodorante y más perfume. En el bolso rojo pongo mi teléfono, la cartera verifico el dinero y dejo lo que pienso que es un exceso, también pongo en el bolso mi brillo de labios y para retocar el maquillaje, el perfume, las llaves del carro, pienso en si se me olvida algo, pero cuando ya estoy segura de que no se me olvida nada verifico mi aspecto. Mi hermano entra en mi cuarto y me mira embobado.

—¡Woooow! hermanita te vez malota, si no fuéramos hermanos yo si te doy.

—Ja jaja, y ¿Me debo sentir alaga por eso?

—Te lo digo de verdad, yo si te daba y duro si no fueras mi hermana.

—Ya no sé si sentirme alagada o tenerte miedo.

Miro a mi hermano y me siento rara  por lo que ha dicho y mi rostro debe de reflejarlo por que cambia de tema.
El vuelve a manejar mi coche pongo la canción de dangerous woman de Ariana Grande. Él pone cara de fuchi, hace gestos a cada rato.

—Pon otra canción, eso está matándome, aparte no ni que dice.

—Ya te la buscare en español tonto.

Le cambio la canción por una de Gente de Zona y así es hasta que llegamos.

SUEÑOS FUGACES #GSB2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora