ＡＭＯ ＱＵＥ ＭＥ ＯＤＩＥＳ| Jungkook BTS (Fanfic)

Capítulo 3

Capítulo 3

"¿13 afortunado?"

Aún no había finalizado la semana en la escuela y ya la odiaba. Jungkook ahora se sentaba cerca de Logan y Frank, sus nuevos amigos. Desde el lunes no me ha dirigido ni una sola palabra, solo me ignora.

-¿Crees que Jungkook si quiera me felicite el viernes?- le pregunté a Vanessa en el comedor durante la hora del almuerzo.

-Es lo menos que podría hacer después de ignorarnos toda una semana- respondió mi amiga- Aunque si no lo hace tampoco le prestes atención.

Amanda y su séquito pasó por el frente de nosotras. La castaña me dio una mirada de odio y vi cómo se sentaba al lado de Jungkook. Era tan injusto que ella fuera tan bonita e insoportable al mismo tiempo.

Cuando estábamos en cuarto grado de primaria, Amanda le hizo creer a la profesora que yo había lanzado sus lápices al suelo, así que la solución de la profesora fue que yo recogiera todos y cada uno de sus lápices pidiéndole disculpas a Amanda por cada lápiz recogido. Fue tan humillante.

Amanda siempre me había odiado, y nunca he entendido por qué. Al llegar Vanessa a la escuela, Amanda quería incluirla en su club de amigas ya que Vanessa luce mucho más a como lucen ellas. Sin embargo, mi amiga rechazó la oferta. Decía que sabía que Amanda y sus amigas eran una cuerda de descerebradas sin remedio. Por eso amaba a Vanessa, es ella misma, una chica linda e inteligente.

Mientras pensaba en todo aquello, Charlie se acercó a nuestra mesa.

-¿Qué pasa con Jungkook que no está con ustedes?

-¿No y que los hombres no son chismosos?- se burló Vanessa.

-¿Él está saliendo con Amanda?- insistió Charlie.

-Realmente no sabemos y tampoco nos importa, Charlie- respondió mi amiga.

-¡Vaya! Realmente están molestas con Jungkook. En cualquier momento le pediré detalles a él ya que ustedes no quieren abrir la boca- espetó mi hermano.

-Basta, Charlie. ¿Por qué no vas con tus amigos los fortachones?- interrogué enojada. Charlie estaba en el equipo de fútbol americano de la escuela. Era el menor de todos sus compañeros de equipo con 14 años.

-¡Bien! Me largo- dijo lanzándole un beso a Vanessa mientras ella ponía cara de asco.

Ya era jueves por la noche. Jungkook seguía sin hablarme.

Yo contemplaba solitaria en mi habitación una fotografía en la que figurábamos Vanessa, Jungkook y yo con gorros de santa en una feria de Navidad. Recordaba ese día como si hubiese sido ayer. Nos divertimos como nunca. Jungkook ganó en uno de los juegos de la feria un oso de peluche gigante, pero decía que no lo quería, que era algo de niñas, así que nos preguntó a Vanessa y a mí si alguna quería adoptarlo y llevarlo a casa. Vanessa le dijo que me lo regalara a mí ya que ella es alérgica al material de los peluches. –Para ti, Emma, ¡feliz Navidad!- me dijo Jungkook con una sonrisa luego de extenderme el gran oso de peluche, al que le puse nombre; se llama Kookie y aún lo conservo.

Vanessa bromeó ese día diciendo que el peluche era hijo de Jungkook y mío por lo cual se ganó un empujoncito por parte de Jungkook, molesto por el comentario.

Sonreí a mí misma al tener ese recuerdo rondando en mi mente y cuando menos lo esperaba quedé totalmente dormida.

Llegó el viernes y con él mi cumpleaños número 13. Estábamos en febrero así que cumplía años primero que muchos de mis compañeros, incluyendo a Jungkook y Vane.

Cuando llegó Vanessa a nuestra ciudad Jungkook y yo nos hicimos amigos de ella en seguida. Mi primer cumpleaños de ese año escolar Vanessa decidió ir a mi casa muy temprano en la mañana antes de ir a la escuela e igualmente hizo Jungkook. A Charlie se le ocurrió que fuéramos al Starbucks cercano a la escuela para cantarme cumpleaños feliz, él sabía que amaba ese lugar lleno de café y tanta paz. Fuimos, tomamos late de vainilla (mi favorito) y me compraron un pequeño dulce de chocolate. Este gesto se volvió una tradición desde que teníamos 8 años, cada que cumplía años íbamos a Starbucks a celebrar con un buen café.