043

4.5K 438 60
                                    



~ Narras TÚ~

Y ahora, estábamos escapando de nuevo, justo como lo hicimos en el pasado. ¿Cómo pudo pasar tan rápido todo?
Debería acostumbrarme a esto, pero supongo que es algo a lo que nunca debes acostumbrarte, sabiendo las circunstancias en las que estuve antes de terminar en el hospital, ahora tiene sentido.
Sólo una vez me había quedado en el hospital, y eso fue cuando estuve a salvo. Cada vez que estuve en peligro, Jimin aparecía.

No podía creer que estaba enfrente de mí, aun luchando para mantenernos vivos y a salvo. Realmente no podía creerlo.
Si por pura casualidad estuviera dormida, éste, sería el mejor sueño que pude haber tenido.
Bajé mi mirada hacia mi mano para moverla, mi pierna aún estaba vendada, ya que estaba aún muy lastimada. Pero estar con Jimin sólo significaba que mi vida sería mejor, Jimin aceleró en la autopista con esa expresión en su rostro que yo conocía muy bien. Jimin sacó su teléfono e hizo una llamada.

- ¡Bill! Hay algo...- dijo Jimin, hizo una pausa.- Quiero hablar con Bill. No... sólo hablaré con él. No, no te diré, supongo que lo llamaré más tarde. ¡Dije que no!- y colgó. Respiró profundo.

No tenía idea de cómo había estado, dónde había estado, o lo que había hecho. ¿Por qué estaba fuera de prisión? Estaba muy emocionada de que estuviera aquí pero... ¿Cómo? ¿Qué estaba haciendo aquí?
Apreté mi mano sobre la de Jimin mientras le quitaba el chip a su teléfono y lo dejaba.

- Por favor pon esto en la bolsa que está junto a ti- me dijo. Tomé el teléfono y la batería y lo guardé.- Algo está... mal, muy mal. La única cosa buena es que te tengo aquí con migo.- me dijo.

Me sonrió mientras seguía conduciendo, no tenía idea donde, mi mente estaba llena de preguntas, y dolor.

- ¿Cómo está tu pierna? -preguntó. Bajé mi mirada- ¿Sigue irritada?- Yo solo miré mi pierna.

Jimin detuvo el cauto deliberadamente a un lado de una carretera desierta, se quitó su cinturón de seguridad y se metió al asiento trasero conmigo, se veía feliz, y sacó algunas cosas de otra bolsa.

- Amor, por favor habla, he esperado por esto toda mi vida.- me dijo, sonrió y tomó mi rostro.
- También yo.- contesté. Acarició mi mejilla y luego sacó una aguja y medicina - ¿Una aguja?- exclamé en voz alta, les tenía terror. Jimin me miró con sorpresa, luego se echó a reír. -¿Qué?- pregunté.
- Nada, solo el hecho de que has pasado por cosas peores, y ahora te asustas de una aguja. ¡Una aguja!- dijo y me sonrió, le sonreí también. - Vamos ______, no te dolerá.

Asentí y miré a lo lejos, le acerqué mi brazo, Jimin lo tomó y le inyectó la medicina.

- Te sentirás mejor mi amor. - Mencionó. Levanté mi mirada y lo vi dejando mi brazo entumecido y ardiendo, ardiendo entre mariposas. - Te ves tan hermosa cuando te sonrojas.

Sonreí y lo abrasé, él tomó mi cintura mientras acariciaba mi cabeza, pude sentir su nariz hundirse en mi cabello y bajar por mi cuello, como solía hacerlo. Cerré mis ojos, sintiendo lágrimas formarse.

- Haz crecido, lamento tanto no estar ahí para verte. Y ya sé que tienes muchas preguntas y cosas que decirme, yo también... Pero primero necesitamos encontrar un lugar seguro, ya no confío ni en los minutos. Y de nuevo, esperé 3 años para decir esto pero, te amo.- me dijo con su voz tan pura. Se escuchaba tan dulce, mis lágrimas me traicionaron cayendo por mis mejillas.
- Jimin lo siento tanto por...

Me interrumpió cuando de repente presionó sus labios contra los míos, me besó como lo hizo en el aeropuerto. Recordé cuando abrí mis ojos y vi un ángel, escuchando su voz y dándome cuenta de que en verdad era él, MI Jimin, nunca olvidaré eso, me junté más hacia el mientras me besaba dulce y lentamente.

- No, nada de eso.- me dijo y besó mi frente.
- Te amo.- dije, sentí más lagrimas caer por mis mejillas al admitirlo, Jimin me sonrió y limpió mi rostro con cuidado.
- Yo soy feliz siempre y cuando tú lo seas.- exclamó.

Le sonreí y él con mucho cuidado me abrazó, me soltó y me acomodó en el asiento de enfrente a un lado de él. Jimin encendió de nuevo el auto con un brazo alrededor de mis hombros mientras yo lo abrazaba.

- Mientras yo esté aquí, todos esos bastardos que intenten lastimarte morirán.- me dijo en un susurro que me hizo sentir escalofríos. Sabía que lo decía enserio.

Siguió conduciendo por otros 10 minutos hasta que cruzamos otro camino que nos llevó a un pueblo.

- Estarán buscándonos como locos.- dijo Jimin. No sabía que decir. ¿Quiénes? - Necesitamos un nuevo auto- Jimin se estacionó detrás de un restaurante viejo. - Estamos en el lugar opuesto de donde debemos ir, si vamos a robar un auto, no quiero que nos descubran. _____, quiero que tomes todas estas bolsas y me esperes junto al árbol.- exclamó.

Jimin salió del auto y llegó a mi puerta y me ayudó a salir.

- Jimin yo puedo.
- No sin mí.

Le sonreí y Jimin se alejó, me quedé ahí y me dé cuenta de que faltaba algo, Gun, el perro. Recuerdo aquellos días como si hubiesen sido ayer. Abrí una de las mochilas y había, por su puesto, armas. Dejé de mirar y volteé a ver a Jimin, no lo veía por ninguna parte.
De repente, escuché algunas voces cerca, las ignoré y traté de poner atención por cualquier otro ruido, luego, las voces se escuchaban más cerca. Volteé y vi a un grupo de chicos de alrededor de 23 años, iban riendo, ebrios. ¿A esta hora?
Los ignoré y continué mirado, de repente los vi apuntando con su mano hacia mí. Me asuste y alcancé una mochila con mi mano,

- ¿Qué está haciendo una chica en un árbol?- preguntó uno.
- ¡Vamos a preguntarle!
- ¡Estúpido! No te tropieces sobre mí.
- ¡Idiota!.

Comenzaron a insultarse, levanté la mirada y me quedé ahí de pie. ¿Dónde está Jimin?
Intenté alejarme y ellos se acercaban más.

- ¡Váyanse! No quiero lastimarlos- les dije. Se rieron y uno de ellos me tomó del brazo, lo empujé hacia atrás y casi hago que cayera - ¡Déjenme o llamaré a...
- ¡JAJAJA! La señorita está molesta- dijeron.

Comencé a empujarlos y a golpearlos para que se alejaran. De repente vi un auto negro estacionarse cerca, y vi que rápidamente la puerta se abrió mientras Jimin salía corriendo furioso, Jimin tomó al primero de ellos, lo tomó del cuello noqueándolo y cayó al suelo. Empujó y golpeó a los otros haciendo que cayeran inconscientes también. Con cuidado, Jimin me tomó a mí y a las mochilas y corrimos hacia el auto.

- Esos estúpidos hijos de puta mejor que tengan cuidado porque no considero sus vidas muy importantes- dijo furioso.

El motor del nuevo coche rugía y Jimin condujo, mucho más rápido que el auto que teníamos antes.

-¿Te lastimaron?- preguntó, me miró y yo negué con mi cabeza.
- Estoy bien, de verdad.- contesté. Jimin suspiró y sonrió.
- Creo que, tenemos algo de tiempo para hablar sobre todo el tiempo en que estuvimos distantes.- me dijo. Le sonreí.
- No te voy a negar que, la última vez que te vi fue la parte más triste de mi vida.- le dije.
- ¿Aún más triste que cuando pensaste que había muerto?- preguntó, levanté mi mirada, recordando ese momento.
- Ni siquiera se acerca.- contesté, Jimin me dedicó una sonrisa tranquilizante.
- Pero sabes que fue lo mejor.

Seguimos conduciendo mientras el aire frío golpeaba contra el auto. El dolor dentro de mí había desaparecido por completo.

@ܞw

Enamorada de un asesino → Park Jimin▪BTS▪ 2º TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora