Capítulo 22

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Era la tarde del sábado y Yoongi estaba acostado en su cama mirando el techo de su habitación.

Su celular comenzó a sonar.

− ¿Sí?− contestó él.

− ¿Suga?− habló Namjoon.

− ¿Qué sucede?

− ¿Por qué tan seco?− rió del otro lado de la línea. – Me preguntaba si irás esta noche a la fiesta de Jin.

− No creo.

− ¿Por qué? Vamos, tienes que salir de casa alguna noche.

− No tengo ganas.

− Vamoooss Sugaaa.

− Deja de ser irritable o cortaré.

− Te puedo volver a llamar.

− Y yo no contestar− dijo seco.

− Vamos Yoongi, es una noche− continuó insistiendo. – Puede que esté Jimin en la fiesta ¿eh? – dijo y se notaba que había sonrisa del otro lado de la línea.

Hubo una pausa en Suga.

− Ey, ¿sigues ahí?

− Lo voy a pensar− dijo y cortó.

Dejó el teléfono sobre su pecho y continuó con la mirada fija al techo.

− Jimin – dijo murmurando para sí mismo.

Más tarde esa noche en la casa de Jin.

− ¡Joons! – gritó Jin debido a la música fuerte. − ¡Viniste!

− ¡Sí!− rió por lo bajo. – Buena fiesta.

− Gracias, tuve suerte de que mis padres no estuviesen el fin de semana. ¿Oye y Suga?

− ¿Suga? Pues... no vino conmigo, pero vendrá... estoy seguro de que lo hará− y forzó una sonrisa.

− Oh bueno... ¿quieres algo de tomar?

− ¡Claro!

− Ven.

Sin que Jin se diese cuenta, Namjoon sacó su teléfono y le envió el siguiente mensaje a Suga "¿Vas a venir? Tienes que venir. No me dejes solo en ésta". Pero no tuvo respuesta.

El teléfono de Suga vibró. Leyó el mensaje de Namjoon y lo volvió a guardar.

Él se encontraba a dos calles del lugar, pero estaba caminando más lento de lo que comúnmente lo hace.

Parecía no querer llegar nunca, no por el hecho de socializar con la gente de la fiesta sino más bien de poder encontrarse con Jimin, esa idea era la que lo trababa de llegar al lugar.

A lo lejos podía escuchar, de a poco, la música que provenía de la casa. Respiró hondo y continuó caminando.

Yoongi se paró frente a la puerta de la casa y esperó. Había un par de personas fumando fuera, a un costado, que lo miraban, como esperando a que entrase por cuenta propia.

Una de ellas tiró una bocanada de humo al aire y le dijo:

− ¿Entras? Solo tienes que girar la perilla y ya estarás adentro.

Yoongi lo miró y asintió con la cabeza, dándole las gracias.

Giró la perilla de la puerta y entró.

Dentro había mucha gente. Jin parecía ser uno de esos chicos populares quienes dicen que harán una fiesta y va más gente de la planeada.

El lugar estaba repleto. Chicos y chicas de todas las edades, algunos los pudo reconocer del colegio mientras que otros no.

My dear Suga ~Yoonmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora