Cap. 12 "Trabajo"

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Al día siguiente, mis ojos tardaban en abrirse. Finalmente lo hice, y era por el ruido de una camioneta. Jodidas camionetas, no me dejan descansar.

—¡Buenos días, rayito de sol! —Taehyung entró a mi habitación sin tocar. Iba a reclamarle por ello, pero preferí no decir nada ya que llevaba una bandeja con panqueques y jugo de naranja en sus manos.

—Buenos días, Tae ¿por qué de tan buen humor? —pregunté riendo. Me senté en la cama para estirarme y me cubrí los ojos cuando Tae abrió las cortinas, dejando pasar al brillante sol que alumbraba el día.

—Tu hermanito consiguió trabajo, pero Hee Sook estaba ocupada emborrachándose con su novio que llegó muy tarde anoche. —se burló, entregándome mi desayuno.

—¡Eso es genial! Pero ya te dije que Jimin no es mi novio —rodé los ojos— ¿De qué se trata tu nuevo trabajo?

—Seré mesero, me gusta ya que es sólo por las noches y recibo muy buena paga. 

Me alegro mucho por mi hermanito. Al fin podrá conseguir dinero y...

Reaccioné un poco, despejando mis pensamientos sobre el vecino y el trabajo de Taehyung. Era verdad, nunca me puse a pensar en ello, ¿qué sería de mi vida? 

¿Qué sería de mi vida cuando Taehyung trabaje y decida compartir casa con su futura novia? No podría estar de tercera rueda, y ahora no me dedico a nada. Soy una completa inútil en esta casa, y mamá y Taehyung tienen que pagar todo lo que yo hago.

—Conoces...¿Algún otro trabajo de tiempo parcial por el barrio? 

—Pues, no hay muchos por aquí, la mayoría son tiendas de tiempo completo o farmacias. ¿Por qué la pregunta, hermanita? —cuestionó Taehyung mientras acomodaba el clóset.

—Necesito hacer algo de provecho. Necesito trabajar y comenzar a ganar dinero, pagar las cosas por mi cuenta, largarme de aquí en cuanto antes y...

—Hey ¿qué crees que dices? Hee Sook, estás estudiando todavía. Ni te preocupes por eso, yo lo pago todo aquí.

—¡Eso es lo que me molesta! Ya no soy pequeña, puedo cuidarme. Puedo ahorrar y mantenerme, ya estoy harta de que tú tengas que pagarme todo. No soy tu hija, Taehyung.

—Entiendo, pero no me molesta en absoluto, Sook. Soy tu hermano mayor, además, ¿qué clase de estudiante tendría trabajo? No hay muchos lugares donde puedan aceptarte...

—Pues buscaré —me crucé de brazos. Estaba decidida, no más niña de mami y su hermano, no más depender de un adulto que no debería involucrarse tanto en cuidar de su ya crecida hermana.

—Bueno... piénsalo bien —suspiró Tae, llevándose su mano a sus cabellos para desordenarlos— sabes que no es necesario, pero si necesitas ayuda para conseguir trabajo, aquí estoy.

Taehyung salió de mi habitación. Suspiré pesadamente y tomé mi desayuno para comenzar a comer. Debo hacer algo con mi vida, y rápido. 

Luego de ducharme, me puse un lindo conjunto; un vestido rosa con mis zapatillas blancas, y bajé a la cocina a lavar los platos. Me la pasé toda la tarde en el sofá de la sala husmeando en mi teléfono, viendo publicaciones de personas que no conozco realmente y de chicos con los que apenas había cruzado miradas en la escuela. Mi aburrimiento era tan grande, que decidí pedir una pizza por entregas en línea. Taehyung entonces bajó y caminó hacia la puerta con una camiseta formal y unos pantalones. Olía bastante rico.

—Oh, Hee Sook, olvidé mencionártelo. Un amigo del trabajo vendrá a recogerme. 

—¿Tan rápido haces amigos? Vaya, trabajar de mesero nocturno debe ser genial —sonreí, volviendo a prestarle atención a mis redes sociales.

—No tanto, ya lo conocía antes. Estudiamos juntos, sólo que nunca te lo había presentado. —comentó acomodándose el cabello.

—¿Y bien? ¿Cómo se llama? 

El timbre sonó. Supongo que era el repartidor al que llamé hace rato, por lo que corrí a la puerta para abrirla.

—¡Al fin, pizza! —pero cuando abrí la puerta, un chico mucho más alto que yo, con el cabello medio rizado y una linda chaqueta de cuero me sonrió. No llevaba camiseta de repartidor, ni gorra de repartidor, ni mucho menos una caja de pizza. Miré hacia arriba, y aquel dulce chico me sonrió. Su sonrisa era completamente preciosa, como...un rayito de sol.

—Hey.

Juré que me derretía, pero entonces recordé que la pizza podría estarse derritiendo en mi estómago, y por instinto cerré la puerta.

Esperen, cerré la puerta.

girl. ✿ jeongguk. RESUBIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora