Camine hasta la ventana y mire las calles de lo que era Seúl.

Logre ver a un pequeño grupo de chicas caminar juntas, todas abrazadas.

Y de nuevo varias preguntas se arremolinaron en mi cabeza.

¿Lograre tener amigos esta vez? ¿Por qué tiene que ser tan difícil? ¡Estúpidos viajes! Jamas tuve oportunidad de nada a causa de ellos.

Sentí como mi corazón se encogia.

Es triste que al pensar en lo poco y corto que ha sido mi vida, jamas haya hecho amigos de verdad; o no me hablan, o me voy antes de siquiera intentar algo, o simplemente no les agrado. Siempre lo mismo. Con suerte espero que está vez sea la primera opción y no la última.

•••

— Ianthe, vamos despierta ¿Quieres perder tu primer día de clases? —escuche su espantosa e irritante voz. Lo amo pero tengo sueño.

Me levanté como pude y abrí mis ojos lentamente — Para serte honesta… si —murmure y deje salir un largo bostezo.

No mentía. No me apetecía pasar de nuevo por la típica rutina de cambio de escuela, presentarme frente a un grupo de personas que seguro me ignoran, murmullos sobre mi aspecto o de donde vengo, y si la cosa escalaba podría incluso tener que soportar a algún bravucón que se quiere hacer el payaso con mi llegada. Definitivamente no quería pasar de nuevo por eso.

— Toma —dijo entregándome una bolsa negra.

— ¿Qué es eso? 

 “¿Una bolsa negra para cubrir mi rostro? Gracias papá, me subes los ánimos por los cielos”

— Tu uniforme, un estudiante lo trajo una hora después de que te dormiste. Resulta que las cosas en Seul son más prácticas que en otros lugares. —me miro un par de segundos y me dedico una sonrisa. — Te verás hermosa con tu nuevo uniforme, irás a una buena escuela y harás amigos, yo tendré mucho trabajo pero al final del día saldremos a cenar algo y dar un corto paseo…— lo mire de reojo y solté un bufido.

Me levanté y con el uniforme en la mano me di una ducha, salí y me vestí, seque mi cabello y lo peine dejándolo suelto.

No era la primera vez que hacíamos esto y sin embargo, siempre me ponía nerviosa, me preocupaba de sobremanera toparme con gente desagradable, y al mismo tiempo me preocupaba encontrarme con gente buena y atenta, ¿Cómo tendría que reaccionar a aquello? ¿Cómo me comportaría? ¿Les agradaría?

Los cinco meses que estuve en Incheon tuve el inconveniente de que me tomaban por la chica extranjera, “cara de plagio” “la chica ilegal” ”cara pálida”, etc. A pesar de haber nacido ahí, mi vida pertenecía a Lyon en Francia, mi madre era completamente coreana así que había heredado muchos rasgos de ella, pero mi padre, por otro lado, era inglés, así que mi perfil eran un tanto distintos para lo que suele llamarse “típico estándar coreano”.

— ¿Lista? —dijo mi papá mientras me entregaba mi mochila.

—Eso parece… me sudan las manos —susurré y él soltó una risita que parecía igual de nervioso que mi estado.

Salimos del hotel, y note que mi padre ya había rentado un auto. Para ser honesta, está vez él se estaba moviendo rápidamente para “adaptarnos”. 

Quizá tenga razón y todo saldrá bien está vez, tengo que relajarme.

Después de varios minutos de camino llegamos a una escuela, era en definitiva la escuela más grande a la que había asistido, parecía sacada de alguna película.  Estaba conformada por varios edificios y por un costado se abría un enorme campo que daba lugar a canchas de béisbol y fútbol. 

¿Me Gustas? | fanfic JM - BTSWhere stories live. Discover now