EL SILENCIO DE LAS ALMAS [VIXX] ©

VUELVEN

H—¿Podrías dejar eso para después?— pidió Hyuk algo irritado pues HongBin había iniciado un vicio con la tableta y el juego de overwatch. Gran parte del día se la pasaba ahí —maldita la hora en que te mostré eso—

HongBin despegó la mirada de la pantalla y miró a Hyuk, ambos se visualizaron un rato, pero el vampiro mayor lo ignoró volviendo a poner play al juego.

H—¡Dámelo ya!— exclamó y en su rápida velocidad le quitó el aparato a HongBin. El pelinegro entonces le mostró los colmillos en amenaza —¿desde cuándo te volviste tan caprichoso?—

HB—No guardé la partida— dijo poniendo la almohada con rudeza en su lugar.

H—Basta ya con tus caprichos— dijo y se acostó al lado de HongBin ambos dándose la espalda. El mayor estaba molesto, así que tardó en "dormir".

Pasaron al menos tres horas en que su mirada estaba en la ventana cuando el silencio fue interrumpido, escuchó un quejido de parte de su pareja, uno lleno de dolor.
Se volvió de inmediato para poder sentarse y así mirar a Hyuk pero justamente todo volvió a caer en el silencio, HongBin decidió quedarse así vigilando que era lo que sucedía.
Pasó otro rato hasta que de nuevo el menor se quejó, pero esta ocasión un sollozo escapó de sus labios. 

HB—¿Hyuk?— posó su mano sobre el brazo del nombrado y lo movió levemente —¿amor?—.

El menor se movió un poco y su ceño fruncido confundió al vampiro, sus mejillas estaban bañadas en lágrimas rojizas y finalmente despertó.

H—HongBin— le llamó y el vampiro se acercó aún más para sostenerlo.

HB—Cariño, ¿qué sucede?—

Hyuk lo miró y de sus ojos escaparon un par de lágrimas más.

H—No lo recordé, hasta ahora— susurró —me siento mal por haberlo olvidado por tanto tiempo— se culpó.

HB—¿De qué hablas?— negó al preguntarle, realmente no entendía que sucedía.

H—Del bebé, nuestro bebé, el que murió en mi vientre la última vez que fui mortal—.

Haru se había detenido afuera de la puerta de la habitación de sus padres, había sentido el dolor en la conexión con su madre y quiso venir a ver que sucedía, pero a pesar de estar afuera, escuchaba todo con claridad. Sus padres jamás le habían mencionado aquello y sintió un extraño dolor en su pecho por la sorpresa.

HB—No fue tu culpa— le dijo —aunque la mayoría trató de evitarlo- —

H—Pude recordar ese dolor, cuando ese daimon atravesó el cuerpo de tu padre y el mío, perforó mi vientre y mi bebé murió— susurró mirando a un punto fijo en la pared. 
HongBin mordió su labio unos segundos y suspiró, recordó aquello que todos habían decidido olvidar.