Cap. 1 - Older and taller

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POV Sirius



Los atractivos ojos oscuros me devuelven la mirada y me dedican un guiño.

Llevo las manos a la cabeza y termino de colocarme esa melena de la que tan orgulloso estoy. Aunque, claro, ¿hay algo de mí mismo de lo que no lo esté?

- ¡Canuto!

Aquel grito me hace desviar la atención de mi reflejo en el espejo y mirar al chico moreno que se acerca a grandes zancadas. Una media sonrisa se dibuja en mis labios, como siempre pasa al ver a mi mejor amigo, sobre todo después del verano. Demasiado tiempo separados.

- Hey, Cornamenta. – saludo, sin darme tiempo a más antes de que él me envuelva en un abrazo. No tardo ni un instante en corresponderle; es extraño pensar que tan solo hace unos años mi cuerpo se tensaba ante cualquier signo afectivo por ese estilo, culpa de la estricta educación de los Black - ¿Buen verano?

- No ha estado mal. – James se encoge de hombros y me mira con cierta preocupación - ¿El tuyo? ¿Todo bien?

Ahora me toca a mí el turno de alzar los hombros, en un gesto poco concreto.

- Ya sabes. – respondo, con desgana. Y sí, sabe. Muchos conocen la situación en mi casa, pero James lo hace de primera mano; privilegios de mejor amigo.

- Deberías haberte quedado más tiempo con nosotros. – pese a que las palabras pueden parecer un reproche, el tono deja claro que no lo es. Somos hermanos, aunque no compartamos sangre, y la casa de los Potter siempre está abierta para mí.

- Quizá el próximo verano te tome la palabra. – murmuro, propinándole una palmada agradecida en el hombro.

El moreno sonríe y no dice más mientras nos abrimos paso entre el gentío. Al fin y al cabo, el andén 9 y ¾ no es el mejor lugar para mostrarnos demasiado efusivos; tenemos una reputación que mantener.

- ¿Encuentras a Remus? – pregunto, y James se endereza las gafas para mirar a su alrededor.

- ¡Allí! – señala, encontrando al tercer merodeador, y entonces su rostro se vuelve blanco para después adquirir un intenso tono rojo.

Rojo, como el cabello de la causante de aquel cambio. Sonrío divertido, quizá hasta malicioso, al localizar a mi amigo hablando tranquilamente con Evans y una amiga de esta.

Echo a andar hacia ellas, con James pisándome los talones, y dejo ir una risita entre dientes al darme cuenta de que James intenta, inútilmente, aplastarse el cabello para dar una imagen más presentable.

- Lunático. – saludo al llegar, pasando el brazo por encima de los hombros de mi amigo – Bellas damas. – al mirar a las chicas, hago el gesto de quitarme un sombrero invisible.

- Hola, Evans. – habla también James, olvidándose de los demás, como suele ocurrir cuando la pelirroja está delante.

Esta rueda sus preciosos ojos verdes en un gesto de exasperación. Vaya, dos palabras y ya ha conseguido ese efecto, es todo un record.

- Potter. – murmura sin demasiada alegría, y luego vuelve a fijarse en su amigo – Remus, deberíamos ir entrando ya; nos requerirán en el vagón de prefectos. - el aludido asiente, y entonces Lily le dedica a la otra chica una sonrisa como la que el moreno desea recibir algún día, una de verdadero afecto – Luego nos vemos, Mary.

Le da un apretón cariñoso en la mano y nos mira a Cornamenta y a mí con desconfianza antes de marcharse con Remus; si no supiese que su amiga sabe defenderse, no la dejaría con nosotros, seguro.

FidelityWhere stories live. Discover now