Capítulo 6

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Gregg

Podría desplomarme en el suelo y caer rendido justo en este momento.

Me siento en la silla acolchada de cuero vino tinto que está frente a mi padre en su oficina y le doy un sorbo a la taza de café que su dulce secretaria me dio antes de entrar.

Pasé una noche terrible, casi no logré dormir y tampoco logré sentirme seguro.

Estuve la noche en vela en la cafetería como el resto, acostado en un rincón sin hablar nada con nadie ni mucho menos cerrar los ojos. No es que sea de mal dormir, soy de esos que se acuestan y en dos segundos ya pueden estar roncando plácidamente; pero esta vez es distinto.

No puedo confiar en nadie.

Observo a mi padre brevemente. Sus ojeras podrían decir que no durmió nada al igual que yo, sus pensamientos lo consumen de una manera que ni yo podría describir.

Sus ojos miran a un punto fijo en el escritorio, sus manos abrazan con mucha presión una taza de café que no ha querido despegar de su labio a pesar de que ya esté vacía.

- ¿Te pasa algo? - Dudo en preguntar, pues las respuestas de mi padre suelen ser bastante altaneras y déspotas, más si se trata de mi, el en verdad detesta que yo le haga preguntas.

Sus ojos me miran iracundos enseguida y supe que erré en preguntar. Maldita mi lengua que no pudo quedarse quieta.

- ¡Vaya Gregg! - Comenzó con su reproche. - ¿En serio tienes la estupidez suficiente para preguntar eso?

No respondí, sabía que debía bajar la mirada y esperar que terminara de hablar.

Tantas veces he pasado por esto que ya se como actuar.

- Creí que tú coeficiente y tú intelecto estaban más desarrollados, hijo. - Continuó. - ¿Piensas que debo estar alegre y sin pensar en problemas luego de lo sucedido ayer?

Se quedó callado y colocó su taza en el escritorio con fuerza. Me miraba fijamente y supe que ahora sí me correspondía responder.

- Lo siento, solo me preocupaba por ti. - Fue lo único que pude decir.

A pesar de mi mala relación con mi padre no puedo evitar quererlo, es mi padre. Es duro, fuerte, agresivo y a veces frío, pero lo comprendo, así lo criaron a él.

Quiero aclarar que no siempre las cosas fueron así, cuando era un niño mi padre solía tener sus momentos de dulzura y e afecto... Al menos hasta la muerte de mi madre y más tarde la de mis abuelos. Crecí el resto del tiempo con el hermano de mi madre, pero siempre intenté buscar un tiempo para estar con papá.

Cuando me gradué y decidí estudiar medicina mi padre me dio la oportunidad de estudiar aquí, pero con la condición de que resaltara en todo. Tenía que ser un estudiante excepcional.

Aunque mi pregunta fue con tono inseguro mi padre no me regañó al respecto, volvió a su posición cómoda en su asiento y suspiró.

- Si de verdad quieres saber que sucede... - Comenzó a decir y noté lo estresado que está. El nunca me cuenta nada cuando se lo pido. - Los tenientes no consiguen pruebas en contra de los sospechosos, los padres no saben nada pero algunos comienzan a llamar preguntándose por la incomunicación de sus hijos.

- ¿Es decir que tendrás que devolver sus celulares? - Lo interrumpí pero no me contestó mal. - ¿Los padres de Lucy no dicen nada?

- Ya los agentes dieron la orden de entregar los teléfonos, los registraron y no consiguieron nada más que pornografía, fotos de libros para copiarse en las evaluaciones y redes sociales limpias. - Respondió. - Una vez que tengan sus teléfonos será cuestión de segundos de que el mundo sepa lo que sucedió y se ensucie el nombre de la universidad nuevamente.

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2017 ⏰

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