Capítulo 1

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Quería avisar que este fic fue un 30% pensado gracias a una canción.

"I know, i'm a Wolf" por Young Heretics.

Tenía ganas de hacer una historia en la cual el protagonista sea Kenny, y haya Bunny. Pero no únicamente va a tratarse de la pareja, sino que tendrá una historia de trasfondo.

Bueno, ya sin más vueltas, solo espero que la disfruten.

-

Los años en aquel pueblo de Colorado habían volado. Antes que los habitantes de South Park lo notasen, ya aquellos pequeños niños que vivían aventuras locas y sacadas de películas, ahora eran unos adolescentes, con problemas un tanto más comunes entre chicos de su edad.

Recientemente, unos dos meses para ser exactos, el joven Kenneth McCormick había cumplido quince años. Era, y continúa siendo, el más joven de su grupo, mientras que Stan el más grande, con ya casi dieciséis.

Se podría decir que la fiesta le gustó. Lo festejó en "Casa bonita", lo cual era un milagro por los pocos ingresos económicos en su hogar. Había mucha variedad de comida, sus compañeros jugaban y corrían como pendejos de segundo grado, su linda hermanita parecía disfrutarlo, y su madre cada día se integraba más con las de sus amigos. Era normal que eso lo alegrase.

Pero en realidad no lo disfrutaba como el resto quería, o pensaba. Kenny abandonó todo sentimiento de felicidad o emoción alguna hace dos años. Y lamentablemente aquella fiesta no lograría lo que millones de cosas mejores no estuvieron ni cerca de hacerlo.

"¿Cómo podría disfrutarlo?" pensaba, comiendo de aquel delicioso pollo. Consiguió engañar a sus amigos de que estaba bien, cuando simplemente fue una fachada.

Hace dos años se dio cuenta de algo que ningún niño de trece años querría saber. Ni cuando estaba en cuarto grado lo notó, solo consideraba que su poder, mejor dicho, su "maldición", era el sufrimiento de muertes sumamente dolorosas, que vivía día a día, cuando en realidad era mucho más. Ser inmortal conllevaba una eternidad de miserias y lamentos, algo que nunca acabaría. Ver morir a sus seres queridos, ser olvidado poco a poco por ellos, y finalmente quedar solo, por un tiempo infinito, un problema sin solución, y sin manera de escapar. Estaba acorralado desde el día que nació.

El momento que descubrió esa cruel realidad ocurrió tras la muerte de su padre. Él se encontraba frente a su tumba, oyendo el llanto incesante de su madre y hermana, mientras el cura rezaba. No lloró, se encontraba triste, por supuesto, pero no lloró, solo perdía su vista en la lapida, dándose cuenta poco a poco de todo.

-¡Kenny! -La voz de su amigo lo alejó de aquellos pensamientos. -Hombre. ¿Estás bien? -"¿Lo estoy?". Miró a Stan con una sonrisa, la expresión preocupada del otro lo confundía.
Por unos segundos se olvidó que volvían juntos.

-¿Por qué preguntas? -Levantó una ceja cuestionándolo.

Marsh señaló el pie derecho del rubio, un cuchillo se encontraba enterrado en este, saliendo por debajo y finalmente atravesando el suelo, dejando a Kenneth sin manera de caminar.

-¡Carajo! -Tomó aquel arma entre sus manos y lo quitó de un jalón, mordiendo su labios para contener un grito por el dolor. No estaba del todo adaptado aún, seguía doliendo mucho.

-¿No lo sentiste? Amigo, en serio, me preocupas. -Apoyo su mano en el hombro de McCormick, aún sin quitar esa expresión.

-Por Dios Stan, exageras. Solo estaba demasiado metido en mis pensamientos. -Indicó con el dedo a una joven con un escote en V, que dejaba a la vista sus pechos, al punto de notarse su sostén. Su amigo de cabello negro solo rodó los ojos bufando, tan típico de Kenny.

Dear Rabbit. [Kenny x Butters.] Where stories live. Discover now