Día 33

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—¡No!, ¡Kim patataJin no ganará!. —Le gritó Tae, mordiendo un trozo de pizza y luego tomó el mando entre sus manos.

—¡Taecornio!, ¡No~!.

Y Jin fue el ganador.

—¡Si~!. Ahora Tae obtendrá su venganza.

Jin le tiró de los hombros hacia atrás, Taehyung estaba un poco sustado de la forma en que el pelinegro se sentó en sus piernas.

Jin estiró el cuello, se inclinó, le tomó un poco del piel del cuello de Tae entre sus dientes y tiró con suavidad. Besó, repasó con la lengua, y respiró. Sólo eso era la venganza.

Jin le sonrió.

—Me gustaría desesperarte así todos los días. —Le besó lento y suave.

Sus labios chasqueaban en toda la pequeña habitación, se devoraban, succionaban, lamían y mordían.

Porque ellos ya llevaban una semana de novios, ya se tenían todo tipo de confianza luego de conocerse por casi un año entero.

—Jin, eres un niño malo.

—Tae, ayer vi un vídeo en internet. —Le acarició el cuello con los dedos. —Eran de dos tipos que se besaban con lengua.

—¿Quieres intentarlo bebé?.

—S-si, por favor.

Tae se inclinó, besándole despacito y suavecito.

—¿Y que pasa si Tae BabyBaby despierta?.

—Ah, no lo se, solo bésame.

Y juntaron sus labios, Jin era como el desesperado de los dos, quien movía rápido los labios, le lamia con desesperación, todo porque Tae abriera la boca y el sumergió su lengua.

Al separarse luego de minutos, algo raro sentía Jin en su pierna.

—Ah, Tae, azlo tu y enseñame luego, no creo poder hacerlo bien con las manos.

—Tranquilo, puedo resistirlo. —Tae acomodó mejor su erección, él no quería hacer nada de eso, no aún.

Un encuentro -no tan- clichéWhere stories live. Discover now