Día 2

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Taehyung corrió a toda velocidad hacia el paradero. La lluvia le tenía todo empapado y goteaba agua por todos lados, con los brazos trataba de cubrir su cara hasta que llegó.

Allí, jadeando se quitó su abrigo y lo estrujó, botando chorros de agua, también con los dedos agitó su cabellera, salpicando con sus mechones purpura. En aquellos momentos, observó el delgado cuerpo del pelinegro sentado en la grada.

Lo miró con atención, sus ojos demostraban un poco de miedo y también se notaba como apretaba su bolso entre sus manos.

—Oh, ¿Hola?.

—B-buenas t-tardes.

¡Demonios!, su voz era muy linda.

—La lluvia esta fuerte, ¿No es así?.

El chico pelinegro asintió, aunque él no se veía húmedo en lo absoluto. Aquello le gustó a Taehyung, ya que pensó que si el chico se mojaba un poco agarraría una inmensa gripe.

—Ya no tienes tus libros, ¿Ya los leíste?.

El pequeño pelinegro negó.

—Estan e-en mi casa.

—Oh, cierto, que idiota, disculpa.

Taehyung sacó su móvil, allí revisó los 300 mensajes que tenía pero ninguno le importó en lo absoluto. Se puso a jugar Candy Crush mientras oía las hojas pasar del libro de el pequeño pelinegro a su lado, sonrió.

Hasta que su bus llegó.

Un encuentro -no tan- clichéTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang