Excusas (LeoJi // LeoGuang)

Alérgico a las excusas

~A voz de Seung~

Mande el mensaje.
No sabía si era lo correcto pero justo ahora Phichit debe estar corriendo en busca de Guang Hong.

Claramente podía imaginar a ese par emocionado en medio de un pasillo deshabitado.
Los mensajes acosadores pidiendo más información pronto se harían presente así que mejor apague el celular.

—¿Tienes intenciones de dejar de seguirme?

—En realidad no. ¿Qué tal sí vuelves a desaparecer? Mira que me tomo años encontrarte

Cruze mis brazos sobre el pecho, Leo murmuró algo que no logre entender mientras me miraba

—Comienzas a estorbar, tengo cosas que hacer

Estaba tenso, nervioso y hasta un poco ansioso. El castaño no dejaba de dar vueltas en su habitación,  una semana completa había transcurrido y aun no se dignaba a hablar sobre lo que me traía tras él

—Si solo hablaras, me iría

—Aún cuando hablará, no te irías

—De acuerdo. Es bueno que lo sepas

Volví a acomodorme en el sillón, mire el reloj, era tarde.
Quizá si debía irme.

-Tan difícil te es hablar del tema? sólo quiero saber porque razón tuve que lidiar con dos niños que lloraban día y noche, uno sufriendo y el otro por ser empatico.

Leo se detuvo en medio de la habitación, paso los dedos por sus cabellos y dio un suspiro entrecortado. Juraría que estaba intentando no llorar.

-¿Porqué me tienes que decir eso?  ¿tienes idea el dolor que me causas? ¿acaso no te imaginas lo difícil que fue para mi desaparecer de la vida de Ji?

-Si me lo dices, quizás te comprenda un poco. -Lo mire esperando a que continuará hablando, pero no lo hizo.
Bufo de nueva cuenta en un idioma que no entendía, supuse que era español.

Mi tiempo estaba limitado, no pasaría mucho antes de tener que regresar a Corea e informar a mi padre lo que me había mandado a hacer. Además tenía cientos de mensajes de Phichit sin ver.
Podía imaginarlo todo molesto y desesperado. No era de mi agrado hacerle eso, pero Leo no se dignanba a hablar.

Si tan sólo fuera fácil llevarlo de vuelta junto a Ji.
Estaba más que claro que aún guardaba sentimientos hacia el menor, ¿de amor? no podía asegurarlo, pero mencionarlo causaba ciertos estragos en el rostro del castaño, lo que me indicaba lo doloroso que le resultaba la situación.
Andar de acosador no era lo mío, pero la maña la aprendí por mi novio. No me fue difícil seguirle los pasos a Leo hasta llegar a artar, pero era la única manera de que mis dudas fueran resueltas.
Si el chico me dijera que en realidad no existía ni una sola posibilidad de salvar aquella relación que un día amo, yo me marcharia dando por finalizada mi promesa con Ji de encontrarlo y saber que es lo que había ocurrido en verdad.
Pero si existía una mínima posibilidad de que ellos volvieran, haría todo lo que estuviera en mis manos para verlos felices.

Ser el mayor era complicado, aún cuando deseaba ignorar toda la situación no podía, al igual que mis sentimientos por Phichit crecieron sin avisarme, el cariño hacia ese par se volvió parte de mi sentir.