Ella es la oveja negra de su familia, no acata las reglas, ella vive su vida a su manera... En compañía de su mejor amiga hacen suya Las Vegas, juntas son un peligro para la sociedad, su vida es un total "caos" según sus padres es por eso que decide...
Sheyla: Existen las malditas pelucas...Carlitos, tráenos una peluca negra, con fleco y lisa y la otra también negra pero no tan corta ¡Pero ya!
Carlos salió corriendo y buscar las pelucas.
Angie: ¡Y no te quedes con nadie en el baño!
Carlos regresó...nos puso las pelucas y quedamos listas.
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Angie y yo salimos.
Carlos: ¡Pero son $500!
Angie: Carlitos, no andamos efectivo. Prometo pagarte pronto.
Subimos al auto y huimos del lugar y nos fuimos a una tienda, compramos ropa normal pero de otro estilo, luego echamos a andar el auto hasta que chocó con un árbol en un parque, salimos corriendo y caminamos como unos 20 minutos hasta que hallamos un hotel.
Angie: Pero que discreto.
Sheyla: Entre más grande más se les dificultará hallarnos.
Nos tomamos de la mano y entramos.
Recepcionista: Buenas noches, Señoritas. ¿En qué podemos atenderlas?
Sheyla: Mi novia y yo queremos pasar una noche candente. Denos una maldita habitación.
Recepcionista: (tecleando) ¿Con registro o anónimas?
Angie: Anónimas.
Sheyla: Pero que tímida eres mi reina, así no te portas en la cama.
Angie: Es que mi lado salvaje sólo es para tí.
Recepcionista: ¿Tarjeta o efectivo?
Sheyla: Tarjeta - saqué mi tarjeta especial.
Angie: ¿Tus padres no saben de la existencia de esa tarjeta, cierto?
Sheyla: No tienen ni idea. Ahora actúa lésbica o no nos creerán – Le susurré
Recepcionista: Aquí tienen, señoritas. Sus llaves. Botones, por favor guíelas a su habitación.
Seguimos al idiota, subimos al décimo piso y entramos a la habitación.
Angie: Si quieres que hagamos el amor debes convencerme - bromeó.
Sheyla: Loca. ¿Qué hora es?
Angie: Cuatro de la mañana.
Sheyla: Nunca pensé decir esto pero, debemos irnos a dormir.
Angie: Está bien.
Nos quitamos la ropa y usamos una más holgada que habíamos comprado y nos recostamos en la cama, luego de unos minutos quedamos dormidas.
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A la mañana desperté.
Sheyla: ¡Angie! - la desperté
Angie: ¡No, Pato, No estamos en el hotel Flamingo! - dijo exaltada.
Di una carcajada.
Sheyla: Negra, que mala conciencia tienes que ya ni duermes bien.
Angie: ¿No nos hallaron?
Sheyla: ¡No! Lo logramos, amiga.
Angie: Bien, voy a darme una ducha. Llama a la recepción para que nos manden el desayuno.
Sheyla: Bien - tomé el teléfono que estaba al lado de la cama.
Recepcionista: ¿Hola?
Sheyla: Quería ordenar dos desayunos imperial, por favor.
Recepcionista: Si, señorita - colgó.
Salté de la cama y me paré sobre ella, me quité la camisa quedando únicamente en ropa interior y comencé a bailar como loca, Angie salió en una bata.
Sheyla: ¡Ganamos! - Angie se lanzó a la cama conmigo y comenzamos a saltar sobre ella.
