EPÍLOGO | Luchen siempre, jugadores

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CAPÍTULO DEDICADO A Nyalli_yit

ACTUALIZACION 2020: Cambiaron bastante las cosas que dice Victoria en este final así que espero que si ya habías leído la versión anterior, veas esta con otros ojos :)

ACTUALIZACION 2020: Cambiaron bastante las cosas que dice Victoria en este final así que espero que si ya habías leído la versión anterior, veas esta con otros ojos :)

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VICTORIA

Cada vez que costaba un poco más despertar. Sentía que mi cabeza estaba por estallar como si en realidad no tuviese que estar ahí, como si no tuviese que tenerme a mí misma como sentía que lo estaba haciendo. Apenas podía sentir mi propio cuerpo. No parecía pertenecerme, en mi mente yo estaba flotando sobre algo en lugar de encontrarme recostada sobre quién sabe qué clase de camilla.

Había alguien que no conocía pero decía llamarse Chase y me estaba haciendo preguntas. ¿Tenía que responderlas? No lo sé.

Yo estaba muerta. Por dentro, por fuera y de todas las maneras en las que uno puede morir.

—¿Qué les dirías a cada uno si los tuvieses en frente?

—Por suerte no los tengo en frente—protesté. Mi propia voz me sorprendió de lo áspera que se sentía.

—Bueno, entonces digamos que...

—Escaparon—advertí, no pude evitar esbozar una sonrisa—. Cambiaron las reglas del juego.

El joven, que debía rondar los diecinueve años, había fruncido el ceño. Supe que él sabía a qué me refería, que sólo estaba fingiendo.

—¿Así es como se siente estar muerta?—pregunté con la mínima cantidad de aire que logré conseguir.

Él había negado con la cabeza.

Entendí que todavía esperaba una respuesta de mi parte así que cerré los ojos. Seguía sin pensar con claridad por lo que las palabras solo comenzaron a salir de mi boca. No las detuve, no tenía tantas fuerzas.

—Le diría a Daniel que él no tiene la culpa de esto—dije. No sentía nada. Ni dolor, ni remordimiento, nada. Estaba muerta—, que deje de actuar como si todo lo bueno que tiene fuera a acabarse. Mira, entiendo el sentimiento pero, ¿no está actuando como un masoquista de mierda? Mírame, Chase. Estoy muerta. Él sufre por mí pero eso no va a cambiar nada, ni va a llevarme de nuevo a él. Llorarme le sirve tanto como seguir esperándome. Una mierda.

Chase escuchaba con atención. Lo observé y él ladeó la cabeza, dándome pie a continuar.

—Le diría a Zayn que deje de buscar el control y se limite a vivirlo. Que esté con su amigo, que sea el Marlín que dice ser, que esté con quien sea y que deje de preocuparse por todo de la manera en la que lo hace. El miedo es irracional, ¿no crees? Y nunca nos ayuda. ¿Acaso viste alguna vez que alguien haya admitido abiertamente al público que el miedo lo salvó de la muerte? No. El miedo destruye, el miedo mata. Y Zayn entiende muy bien eso pero sigue sin hacer nada para enfrentarlo.

Chase no parecía estar de acuerdo, sin embargo permaneció en silencio.

—Le diría a Aarón que no es cobarde pero que lo va a ser si piensa que lo es. Le diría que nadie es débil, que todos somos fuertes en nuestra debilidad. Cada quien lleva adelante una batalla propia todos los días sin saberlo, no somos inconscientes de cuánto hacemos hasta que ya no podemos más. Sentir el dolor no nos quita esa condición, no nos hace menos luchadores. Había una frase, ¿cómo era? Sólo... sólo se rinde quien deja de luchar.

Por primera vez, Chase asintió. Estaba de acuerdo conmigo. Eso me animó a proseguir.

—Le diría a Heather que eso de las malas personas son estupideces, que si ella quiere luchar por algo bueno y mete la pata no es porque sea una estúpida, es porque es humana. Salvó a Maia, ¿no? Hizo algo bien, tendría que sentirse satisfecha por eso pero no hace más que torturarse pensando en lo que, alguna vez, le hizo. Es una persona, por Dios. Es tan buena como mala, pero solo ve en si misma el lado que detesta.

Tomé aire, pensando esta vez en la persona más interesante de todo el grupo.

—Le diría a Esther que siga siendo ella, que nunca deje de buscar la claridad en la oscuridad. Es difícil pero ella sabe muy bien cómo hacerlo, siempre lo hizo así que, ¿qué problema hay? Sé que ya no lo hace. Cree que perdió esa habilidad y es triste que algo como eso le suceda a ella. No lo merece. Ninguna de sus heridas debería apagarla.

Me detuve al pensar en la rubia, Maia. Chase había reaccionado como si estuviese esperando a que llegara su turno.

—Le diría... le diría a Maia...—repuse sin saber muy bien qué decir. Me costó seguir—, que deje de pensar en los demás un momento y piense un poco en sí misma. Lo hizo en algún punto pero se sintió mal para ella. Le diría que no tiene nada de malo ser un poco egoístas, no en exceso, al menos lo suficiente como para pensar en nuestra propia felicidad en lugar de la de otros. Si damos todo para alguien más, ¿dónde quedamos nosotros? No podemos vivir salvando a todo el mundo.

Chase asintió de nuevo, tomándome por sorpresa. Se inclinó un poco sobre mí y volvió a hablar.

—¿Qué le dirías a todos?—preguntó.

—¿Cómo grupo?

Volvió a asentir.

Y yo volví a sonreír.

—Pues lo que siempre les he dicho—repuse—. Que no se detengan hasta cambiar las reglas del juego. Luchen siempre, jugadores.


FIN.

(de la primera parte, jaja)

00:00Where stories live. Discover now