Sangre Mafiosa.

Capítulo 40 (FINAL)

—Rata asquerosa —susurró Luke, escupiendo en sus bien lustrados zapatos.

—¿Qué has dicho? —preguntó Joshua Paul acercándose al entrenador, no intentó esconder la repugnancia que le tenía—. Dinkelberg, creo que nuestro amigo necesita que le recuerdes sus modales.

    El secretario se acercó con una silla al hombre  que su jefe señalaba y sacó su cuaderno.

—Repita conmigo, señor Paddeu—susurró el más delgado acomodando sus anteojos—. No debo insultar a mis superiores.

—Yo no he insultado a mis superiores —desafió Luke sonriendo. Creyó ver que Dinkelberg contenía una sonrisa, y Giorgio comenzó a reir.

   La cara de Paul se coloreó de muchos colores diferentes mientras lo aniquilaba con la mirada desde su escritorio. Susurró algo como "muy gracioso", y siguió ordenando los papeles que acababan de llegar.

—¡Jereffen! —gritó repentinamente. Por la puerta entró un joven, no tendría más de veinte años, pero su cara estaba marcada con varias cicatrices.

—A sus órdenes, mi señor —la inflada cara de Joshua se infló más con orgullo. Con una cabezeada le dio a entender lo que debía hacer.

    Jereffen se acercó a Luke y se arremangó la camisa hasta los codos, el secretario se corrió de la silla y dejo que el muchacho se sentara.

—No pretendes intimidarme, ¿no? —se burló el entrenador.

—Escúchame, amigo. No me obligues a lastimarte; cierra tu boca y todos estaremos felices.

—Déjame aclararte algunas cosas, amigo —contestó Luke con su típica sonrisa de lado—. No soy tu amigo, y tampoco obedezco a cualquiera. La única persona a la que respeto está en la misma situación que yo, así que tendrás que callarme por las malas.

    El joven miró a Giorgio, quien con la mirada intentaba decirle que perdone la estupidez sobredesarrollada de su compañero.

—Así lo haré —susurró después de unos segundos pensando. Se levantó y se alejó del entrenador.

—¿Eso es todo? Impresionante —contestó con sarcasmo.

    Jereffen dejó la silla a un lado y en un movimiento rápido golpeó la cara de Giorgio.

—¡Hijo de perra! —gritó Luke, intentando separarse de la silla a la que estaba atado.

—Es simple, Paddeu. Cierras la boca, o tu amigo cerrará los ojos.

    Giorgio tenía un pequeño corte sobre la ceja izquierda, y una plácida sonrisa en la cara.

—Sinceramente, esperaba algo más fuerte —susurró, haciendo reír a Luke.

    Esa broma le costó su ojo derecho.

—Ya está, pienso cerrar mi estúpida boca. Déjalo, por favor.

...

    Thomas recibió un mensaje que hizo que se le helara la sangre.

"Nos tienen"

     Al parecer su padre tuvo tiempo de avisarle antes de que destruyeran su móvil, cosa que suponía, ya que no podía localizarlo. Estuvo pensando por un tiempo, hasta que decidió actuar. Se bajó de la moto y Adam bajó la ventanilla del auto al ver que se acercaba.

—Tenemos que entrar, al parecer los han descubierto. Según lo que sé sobre ese psicópata, no tardará mucho en asesinarlos.

    Adam asintió y le pidió que les permitiera unos segundos para prepararse. Alessia ya había terminado y estaba a punto de salir cuando la mano del chico se lo impidió.